La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reprobó el intento de irrupción violenta registrado la tarde del miércoles en la sede de la Secretaría de Gobernación (Segob), cuando un pequeño grupo de encapuchados —identificados por testigos como simpatizantes de la CNTE y la CETEG— lanzó piedras y golpeó una de las puertas del histórico edificio de Bucareli.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria calificó la acción como una “provocación” aislada y subrayó que el magisterio disidente debe deslindarse de cualquier expresión violenta:
“Había una mesa de diálogo en curso con representantes elegidos por los propios maestros. De pronto, un grupo muy reducido intenta romper la puerta de Gobernación. Quienes participan en la movilización pacífica deberían deslindarse o asumir esa conducta; nuestro Gobierno está en contra de cualquier acto de violencia”, enfatizó.
Sheinbaum recordó que el Ejecutivo ha facilitado mesas tripartitas —federación, gobiernos estatales y secciones sindicales— para atender demandas específicas como basificación de plazas, rezagos salariales y cobertura docente en zonas rurales.
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Ejemplificó con los casos de Oaxaca, donde la Sección 22 demanda más docentes en comunidades alejadas, y Baja California Sur, cuyas autoridades estatales adeudan basificaciones desde hace 25 años.
Repliegue de la Sección 22
La presidenta confirmó que la Sección 22 de Oaxaca, el bloque más numeroso de la CNTE, decidió replegar su plantón bajo sus propios términos y someterá a consulta los avances alcanzados en la negociación.
“Lo sabemos porque lo han hecho público; es fundamental que su repliegue contribuya a distender el ambiente”, dijo.
Diferenciado panorama estatal
Sheinbaum explicó que la representación de la CNTE varía por entidad: mientras Oaxaca, Chiapas y Zacatecas concentran la mayoría de escuelas en paro, en la Ciudad de México el movimiento impacta apenas a 2 por ciento de los planteles.
Por ello, las respuestas federales también se ajustan a las necesidades educativas y presupuestales de cada estado.
La jefa del Ejecutivo reiteró que su Gobierno “no caerá en provocaciones” ni empleará la fuerza pública para desalojar protestas, pero insistió en que “nada justifica la violencia” y que la vía para resolver el conflicto sigue siendo el diálogo abierto y transparente con todas las secciones magisteriales.
IO
