
Mucho se mencionó en los últimos días de un fenómeno meteorológico causado por lo general por el último frente frío de la temporada para Yucatán, se le conoce como el Cordonazo de la Santa Cruz.
Su nombre viene de los pescadores de la parte Oeste y Norte de la Península de Yucatán, que observaban que en fechas cercanas al 3 de mayo, día de la Santa Cruz, antes, después o en la misma fecha día, se formaba una lluvia que dañaba sus propiedades y su persona, al grado de causarles a veces la muerte, daños a la infraestructura costera, a sus embarcaciones y tierra adentro también provocaba daños a la infraestructura urbanas y a veces también la muerte en zonas del interior de los estados de la Península; los campesinos yucatecos la conocen como la lluvia de la Santa Cruz.
Se presentaba como un cordón de nubes que se formaba en el horizonte del mar y que avanzaba rápidamente hacia la costa, se le dio el nombre de Cordonazo y como se presentaba en fechas cercanas, ya sea antes o después del 3 de mayo, día de la Santa Cruz, le dieron el nombre del Cordonazo de la Santa Cruz.
Antiguamente, hablamos de los años 80s y anteriores, ese fenómeno no fallaba o rara vez fallaba con su presencia en la fecha estipulada, por lo que los pescadores la esperaban con temor y aun hoy en día ese temor persiste, pese a que hora con los modelos matemáticos se puede tener el pronóstico de si sucederá o no este fenómeno.
Lo ocasiona la llegada de un frente frío a la zona, que cierra para la Península de Yucatán y en particular para Yucatán, la temporada de frentes fríos, y el cordón de nubes en el horizonte mar adentro es la formación de un bloque, es la línea frontal del frente frío por el choque violento de aire frío y pesado con aire caliente de menor peso, que abarca gran área llegando incluso a afectar zonas costeras completas de Campeche, Yucatán e incluso del Norte de Quintana Roo cuando es muy intenso y también tierra adentro de la Península.
Historias de afectación del cordonazo hay muchas y para Yucatán la última vez fue en el año 2017, para ser exactos el 5 de mayo, que causó graves daños a la infraestructura costera y urbana del interior del estado.
Este fenómeno viene acompañado de marejada costera alta, que provoca inundaciones y deslaves de la costa, lluvia intensa, vientos con rachas de tormenta tropical o huracanadas en el peor de los casos, carga eléctrica y caída de granizo que arruina la posible cosecha de los árboles frutales en crecimiento, su duración es de dos a tres horas como máximo, pero sus daños son a veces cuantiosos, sobre todo cuando se presenta abarcando zonas muy extensas y su intensidad bastante fuerte. A veces suele nada más ser el viento sin lluvia o a veces trae todos los componentes antes mencionados y su recorrido es de Oeste a Este.
Este año un sistema anticiclónico que se encontraba sobre buena parte de la República Mexicana, y en particular sobre la Península de Yucatán, impidió la formación y afectación del Cordonazo de la Santa Cruz, pero días después llegó a la zona un frente frío que dio lugar a la llamada lluvia de San Isidro, nombrada así por los campesinos, precipitación que por lo general llega por ahí del 15 de mayo y este año después de muchos de no darse y adelantado llegó a la zona, dejando acumulados importantes de altura de lámina de agua precipitada en la zona maya y Noreste y en algunas zonas de Mérida y Suroeste del estado.
Nos salvamos un año más del Cordonazo de la Santa Cruz, pero la atmósfera a cambio nos regaló la lluvia de San Isidro y adelantada.