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Quintana Roo / Cancún

Ambientalistas solicitan ampliar protección a Xcacel-Xcacelito

Ambientalistas piden decretar predios colindantes como utilidad pública, para salvar ecosistemas clave.
El polígono del santuario de la tortuga deja fuera espacios esenciales; el proyecto ciudadano pretende un resguardo integral y definitivo
El polígono del santuario de la tortuga deja fuera espacios esenciales; el proyecto ciudadano pretende un resguardo integral y definitivo / POR ESTO!

Grupos ambientalistas y ciudadanos, de los 11 municipios del estado, han presentado una solicitud formal a la gobernadora Mara Lezama, para ampliar el polígono del santuario de la tortuga marina Xcacel-Xcacelito y declarar como de utilidad pública los predios colindantes, actualmente en manos de particulares y de la Universidad de Quintana Roo.

La solicitud se acompaña de un estudio previo justificativo para el establecimiento del parque estatal selva y humedales de Chemuyil/Xcacel, entregado por el Subconsejo para el manejo del santuario, instancia conformada por los tres niveles de Gobierno, especialistas en tortugas marinas y representantes de la sociedad civil.

os municipios que han recibido la mayor cantidad de talofita en estos días son Tulum, Cozumel, Playa del Carmen y Benito Juárez; se libra Lázaro Cárdenas.

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La propuesta busca incorporar zonas de alta riqueza ecológica: selvas, ríos subterráneos, manglares, humedales y el hábitat de especies amenazadas, como la palma Kuka y el jaguar. Asimismo, pretende garantizar el acceso público a la playa de Xcacel, uno de los símbolos más importantes de la lucha ambiental en México por la defensa de las tortugas marinas, vigente desde hace más de tres décadas.

Una defensa parcial e insuficiente

Roberto Herrera, presidente del Subconsejo, recordó que desde hace 35 años se ha exigido proteger Xcacel-Xcacelito de forma integral. El decreto original de área natural protegida, emitido en 1992 por el entonces gobernador Miguel Borge Martín, fue desmantelado un año después por su sucesor Mario Villanueva, quien permitió la venta de predios clave para la conservación del santuario.

A la fecha, el área protegida sigue fragmentada y deja fuera ecosistemas fundamentales como manglares (protegidos internacionalmente por la Convención RAMSAR), cenotes, playas y selvas que constituyen el hábitat esencial de la fauna del lugar. La falta de protección completa ha derivado en amenazas constantes por desarrollos turísticos y cambios de uso de suelo.

Buscan incluir selvas, ríos subterráneos y manglares, en la actual área de conservación
Buscan incluir selvas, ríos subterráneos y manglares, en la actual área de conservación / POR ESTO!

Propuesta concreta y en tiempo

Actualmente, el municipio Tulum, donde se localiza Xcacel, se encuentra en proceso de actualizar su programa de Ordenamiento local. Por ello, el Subconsejo entregó en tiempo y forma la propuesta de ampliación del polígono, con solicitudes específicas: densidad cero y políticas de protección para evitar urbanización en las zonas vulnerables.

El documento técnico entregado a la gobernadora Lezama detalla la relevancia ecológica de los predios a incorporar y sostiene que su integración es necesaria para cumplir con criterios de conservación efectivos. Se propone incluso replicar el caso reciente de Calica, donde el cambio de uso de suelo permitió su conversión en área natural protegida estatal.

Pretenden incorporar a la zona, hábitats de especies amenazadas
Pretenden incorporar a la zona, hábitats de especies amenazadas / POR ESTO!

Un llamado al apoyo gubernamental

La petición ciudadana subraya que la protección efectiva del santuario no depende de nuevos estudios, sino de una decisión política.

“El estudio está entregado, el respaldo científico y social existe; lo único que falta es voluntad y la firma de la gobernadora para blindar Xcacel”, señaló.

Mientras tanto, Xcacel sigue siendo uno de los pocos accesos públicos a la playa en la Riviera Maya, y un ícono ambiental que corre el riesgo de perderse ante la presión del desarrollo turístico. La demanda de su ampliación ha sido reiterada durante seis administraciones estatales sin éxito, pese a que la viabilidad del santuario depende de incorporar todos los elementos del ecosistema.“La decisión está hoy en manos del Gobierno estatal. La sociedad civil ya cumplió su parte”, finalizó Herrera.

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