
Al parecer, con engaños, representantes de una inmobiliaria intentaron desalojar a una pareja de adultos mayores que lleva más de 22 años viviendo en la Región 529. Los gritos de ayuda alertaron a los vecinos, quienes se organizaron para evitar la acción silenciosa que se estaba llevando a cabo con la presencia de una actuaria.
Los hechos tuvieron lugar poco después del mediodía, cuando dos sujetos acudieron a la calle Yaxché, numero 333, manzana 9, lote 1, de Galaxias Itzales, donde se encuentra el hogar de Isabel Lozada y su esposo Faustino García.

Noticia Destacada
“Nos preparamos con abogados": Vecinos se unen y evitan el desalojo de una familia en Galaxias del Sol de Cancún
Según la información brindada por los afectados, los representantes de la inmobiliaria se presentaron con varios documentos en mano, a fin de conversar con ellos. “Cuando comenzamos a hablar, ellos empiezan a utilizar palabras de abogados y es cuando no entendemos qué sucede y comenzamos a ver la manera de pedir ayuda, ya que uno de los documentos señala que nosotros aceptábamos de manera inmediata el desalojo”, explicó la mujer mientras permanecía en su silla de ruedas.
Debido a los gritos de ayuda de la fémina, algunos colonos lograron percatarse de lo que estaba sucediendo, por lo que de inmediato se organizaron y tomaron el control de la situación, evitando que estos tuvieran algún tipo de contacto con los afectados y que no ingresaran al domicilio para garantizar la seguridad de los moradores.

De acuerdo con la información brindada por los representantes de la empresa, la medida formaba parte de las indicaciones emitidas por un juez de guardia, ya que ellos adquirieron la cartera vencida de una institución bancaria y estaban procediendo con la recuperación de los inmuebles, lo que despertó más la molestia de los vecinos.
Luego de casi dos horas de la diligencia y al ver el arribo de los diferentes medios de comunicación, el personal de la inmobiliaria y la actuaria, acompañada de elementos de la policía municipal, prefirieron retirarse del lugar, ya que estaban siendo señalados por iniciar el desalojo de manera silenciosa y obligar a firmar documentos a los adultos mayores, aprovechando las limitaciones que presentaban al tener que permanecer la mayor parte del tiempo en una silla de ruedas.