
La influencer cancunense Sophie Guzmán acusó públicamente que recibió amenazas y es perseguida tras haber acusado a su expareja por intento de feminicidio.
La joven y su progenitora temen por su vida. “La situación se agravó cuando dos hombres acudieron al domicilio de mi madre, negándose a identificarse o explicar el motivo de su visita”, relató en redes sociales, donde hizo un llamado urgente de auxilio.

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El miedo se ha convertido en su nueva realidad. Aseguró que fue seguida por sujetos desconocidos y que tuvo que refugiarse en una zona residencial. “Tal vez estamos esperando a que me maten a mí o a mi mamá para que entonces se lo tomen más en serio”, expresó con desesperación.
Este caso evidencia una vez más la ineficiencia del sistema judicial en México. A pesar de haber presentado su denuncia, su agresor sigue en libertad. Mientras tanto, la joven enfrenta la angustia de no saber si será escuchada antes de que ocurra una tragedia.
El caso de Sophie Guzmán resuena aún más por el contexto en el que ocurre: apenas dos días después del Día Internacional de la Mujer, cuando miles marcharon exigiendo justicia y seguridad. Sin embargo, los hechos demuestran que el compromiso de las autoridades sigue siendo insuficiente.
El miedo y la impotencia no son exclusivos de Guzmán. Son sentimientos que comparten miles de víctimas en el país, donde la impunidad sigue siendo la norma. La joven influencer cerró su último mensaje con una frase que refleja la gravedad de la situación: “Si no aparezco mañana, les pido que sean mi voz”.