Luis Antonio Borja, motorrepartidor que denunció públicamente el presunto robo por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Quintana Roo, adscritos a Tulum, acudió a la Fiscalía Especializada en Combate contra la Corrupción, con sede en el municipio Playa del Carmen, para interponer su formal denuncia contra los elementos que, aseguró, lo despojaron de sus pertenencias.
La víctima dijo que con esta acción busca sentar un precedente en contra de los elementos, quienes se han dedicado a realizar este tipo de actos constantemente sin que nadie les ponga un alto.
“Ya basta, no podemos vivir así, aunque perdí un día y tuve que viajar porque en la Fiscalia de aquí no levantaron mi denuncia, quiero que se proceda conforme a la ley y les pongan un alto a estos policías rateros”, expresó el afectado visiblemente molesto.
El procedimiento quedó registrado en la carpeta de investigación FECC/QROO/DC/44/03/2025. Como parte del proceso legal, el pasado 24 de marzo de 2025, a las 22:24 horas, se llevó a cabo la lectura de derechos a Luis Antonio Vázquez Borja, quien compareció en calidad de víctima u ofendido. La diligencia fue encabezada por personal del Ministerio Público adscrito a la Coordinación de la Unidad de Investigación, Acusación y Procesos Distrito Centro de la Fiscalía General del Estado (FGE).
La denuncia quedó registrada formalmente en el acta, lo que da inicio al procedimiento correspondiente ante la autoridad. El Ministerio Público está obligado a garantizar la protección de la víctima, testigos y demás personas involucradas en el caso, actuando bajo los principios de legalidad, imparcialidad y eficiencia.
Como informó puntualmente PorEsto!, la denuncia fue específicamente en contra de agentes que operan a bordo de la patrulla con número económico 12376, quienes, según el testimonio de la víctima, cometieron actos de hostigamiento en su contra y el presunto robo de 500 pesos en efectivo.
En su momento relató que fue interceptado en la calle Satélite, esquina con OKot, cerca de una gasolinería, donde los policías lo detuvieron bajo el argumento de una supuesta inspección.
“Me separaron de mi motocicleta, revisaron todas mis pertenencias, me quitaron 500 pesos en efectivo y una batería que uso para trabajar”, explicó el joven, quien añadió que fue esposado y subido a la patrulla.
“Me acusaron de consumir drogas y querían que les diera las contraseñas de mi celular. Me preguntaban si pertenecía a algún grupo delictivo”, detalló.
Según su testimonio, la situación se tornó aún más tensa hasta que vecinos que presenciaban el hecho comenzaron a grabar lo sucedido, lo que llevó a los agentes a liberar al repartidor de inmediato. Sin embargo, el dinero y la batería no le fueron devueltos. Por lo que ahora espera justicia y que los elementos reciban un ejemplar castigo.
