
Un joven que regresaba a su casa luego de haber salido a cenar, fue perseguido a balazos por dos sicarios, según los testigos que escucharon sus gritos de auxilio, fueron alrededor de seis calles las que corrió, hasta encontrar una tienda de abarrotes en la Región 233 abierta en busca de refugio, ahí fue acorralado y ultimado, sus padres recibieron una última llamada, a los pocos minutos reconocieron el cuerpo.
“Ayuda me quieren matar”, fueron las últimas palabras que escucharon los padres de la víctima, quien en medio de la persecución a balazos logró pedir ayuda a sus progenitores a través de su teléfono celular, alarmados intentaron nuevamente comunicarse con él, pero ya no obtuvieron respuesta, temiendo lo peor salieron a buscarlo dejándose llevar por el ruido de las sirenas de patrullas que se dirigían al mismo punto, a su llegada, les confirmaron que su hijo había sido ejecutado.

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Gente cercana a la tienda de abarrotes, atestiguaron los últimos momentos de la víctima, quien captó toda su atención al correr pidiendo ayuda, y cuando pensó que estaba a salvo dentro del inmueble, uno de los sicarios entró, le apuntó a la cabeza y accionó el arma, la herida fue mortal, y a pesar de caer al suelo ya sin vida, fue rematado en repetidas ocasiones.
Las llamadas al número de emergencias, se hicieron desde que se escucharon las primeras detonaciones, pero las autoridades no llegaron hasta que ya se había consumado la ejecución, al igual que una unidad médica cuyos paramédicos ya nada pudieron hacer.
Mientras personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) entre ellos Servicios Periciales, llevaban a cabo las diligencias correspondientes, las autoridades municipales realizaron un operativo por zonas aledañas en busca de los responsables, mismo que no pudieron ser detenidos.