Cacería de cuatro venados en Cansahcab, Yucatán, genera indignación
Tras haber sido cazados, los animales fueron trasladados a bordo de una camioneta hacia una vivienda ubicada en dicho municipio.
Tras haber sido cazados, los animales fueron trasladados a bordo de una camioneta hacia una vivienda ubicada en dicho municipio.
El autor de las imágenes destacó que a pesar de que dicha condición puede presentar una desventaja, el ejemplar representa un símbolo de fortaleza y adaptación.
El primate fue grabado mientras saboreaba la golosina al interior de su jaula, hecho que generó asombro entre los internautas.
Con el objetivo de frenar la sobreexplotación del pepino de mar en las aguas yucatecas, en 2012 se declaró una veda permanente para proteger a las dos especies con mayor importancia comercial en el estado.
Los presuntos captores se encontraban en posesión de seis jaulas de madera con un total de siete dominicos y cuatro cardenales, especies consideradas en riesgo y protegidas por la normativa ambiental mexicana.
El ejemplar fue captado mientras se desplazaba en una zona de matorrales, cercana al límite de la selva.
El ejemplar fue asegurado por elementos de la Policía Ecológica de Kanasín tras un reporte ciudadano.
En la capital yucateca han sido identificadas al menos cinco especies de loros silvestres, de acuerdo con el Programa de Monitoreo de Loros de Urbanos del Proyecto Santa María.
En el Caribe mexicano se tiene registro de 10 especies de peces loro que se encuentran incluidas en alguna categoría de riesgo de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
La especie, endémica de México, se distribuye en dos áreas geográficamente separadas, la costa norte de Yucatán y el centro de Veracruz.
Descendiente del cerdo ibérico, el también llamado cerdo criollo o lampiño, desarrolló adaptaciones al clima tropical de Yucatán a lo largo de cinco siglos.
Las iguanas o toloks como también se les conoce, son reptiles bien habituados a los ambientes urbanizados en donde coexisten con los seres humanos.
En un viaje de aproximadamente 340 kilómetros desde Cuba hasta la Península de Yucatán, Paola ha permitido confirmar una hipótesis que lleva décadas en estudio.
El uso de redes y otras artes de pesca ponen en peligro a las especies marinas en la costa yucateca.