
Campeche, tierra de historia, mar y sabores únicos, nos regala uno de los antojitos más emblemáticos del sureste mexicano: los panuchos. Aunque muchas veces se confunden con su versión yucateca, los panuchos campechanos tienen su propia identidad y un sello especial que los hace inconfundibles para los paladares locales.

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La gran pregunta para muchos es: ¿cómo debe ser un panucho campechano auténtico: suave o duro? La respuesta, según cocineras tradicionales y conocedores del sabor regional, es clara: los panuchos campechanos son crujientes por fuera, pero suaves por dentro. Esa dualidad perfecta se logra con una técnica precisa y un toque de tradición.
La verdadera receta del panucho campechano
Ingredientes:
- Masa de maíz nixtamalizado
- Frijol colado (negro o espeso, sin caldo)
- Pollo deshebrado (puede ser pavo o cochinita, dependiendo del gusto)
- Cebolla morada encurtida
- Aguacate en rebanadas
- Tomate y lechuga (opcional, según la región)
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite vegetal para freír
Preparación tradicional:
Tortilla con corazón de frijol: La masa se moldea en forma de tortilla gruesa y se le introduce una capa delgada de frijol colado en el centro. Luego se sella cuidadosamente.
Pre-cocción: Se cuecen ligeramente en un comal, sólo lo justo para sellar los bordes.
Fritura precisa: Luego, los panuchos se fríen en aceite caliente hasta que la capa externa queda dorada y ligeramente crujiente. Aquí es donde reside la magia: la textura debe ser firme por fuera, pero mantener suavidad al morderlo.
Montaje: Se sirven calientes, coronados con pollo deshebrado, cebolla morada encurtida y aguacate. Algunos añaden salsa de chile habanero o incluso un toque de repollo rallado.
Un bocado que cuenta historia
Los panuchos no son solo una receta: son una tradición viva. En los barrios de Campeche, especialmente en las fonditas y en los puestos callejeros al caer la tarde, los panuchos se preparan con orgullo, pasando la receta de generación en generación.
Así que la próxima vez que te pregunten si los panuchos campechanos son duros o suaves, la respuesta es sencilla: son ambas cosas, como la cultura campechana misma: firme en raíces, pero suave al corazón.
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