“Más allá del 2 de octubre, el movimiento estudiantil de 1968 fue un parte aguas en la vida social y política de este país y que marcó sin lugar a dudas la forma en la que se fue desarrollando el proceso político en muchos ámbitos”, destacó ayer el periodista Arturo Rodríguez, al presentar su libro “Ecos del 68” en el marco de la FILEY.
Añadió que los protagonistas del 68 se fueron a la academia y desde ahí aportaron muchas cosas, otros al sindicalismo y empezaron a luchar en la exigencia de derechos; otros más se fueron a los partidos políticos y contribuyeron a la pluralidad la alternancia y otros se fueron al periodismo y empezaron a abrir brechas que no había ante un autoritarismo hegemónico, lo mismo en la vida cultural, las letras y diferentes ámbitos.
Explicó que el libro que se presentó ayer, de Editorial Proceso, surgió de una serie documental de la plataforma Convoy, en la que se hicieron entrevistas y se transmitieron en formato de audio; en general se recupera la memoria de protagonistas, quienes abordan temas diversos, políticos, sociales y culturales.
En las páginas de el libro figuran las charlas con personajes como Pablo Gómez, Ángeles Magdaleno, Óscar Chávez, Sócrates Campos Lemus, Humberto Musacchio, José Vicente Anaya y muchos más, quienes aportaron datos que no han formado parte de los recuentos de hechos.
“Son entrevistas que consideré que era pertinente convertirlas en un documental escrito pues permiten observar desde diferentes perspectivas cuál fue la relevancia del movimiento estudiantil, no sólo en lo que corresponde al 2 de octubre, sino en las formas de lucha que se fueron consolidado, en las formas de participación política que se fueron consolidando y en el proceso represivo que estaba en marcha y que en buena medida sigue en marcha”, apuntó.
Dijo que estas entrevistas contribuyen a entender de forma más amplia el movimiento estudiantil.
Puso el ejemplo de la entrevista con la historiadora Ángeles Magdaleno, quien clasificó el Archivo de Dirección Federal de Seguridad y Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales, donde se aglutinó la información de las policías políticas, además fue clave en el proceso documental de la probanza en contra de los responsables que se imputaron, aunque no fueron judicializados, durante la existencia de la Fiscalía Especial de Movimientos Sociales y Políticos del Pasado.
Magdaleno, como parte de su trabajo como investigadora, encontró la existencia de un grupo paramilitar que está presente antes del 68 en diferentes procesos políticos o sociales y hasta bien entrados los 90, un grupo camuflado, usado para las represiones, que tiene más o menos los mismos modus operandi y que es menos conocido como el grupo De la Lux.
Figura también el testimonio del cantautor Óscar Chávez, quien habla de cómo en particular la música de protesta de esa época, el canto nuevo latinoamericano que empezaba a extenderse a través del continente, fungió o cumplió el papel que en buena medida que el periodismo no estaba haciendo, el de contar lo que hacer la crónica de lo que sucedía.
O la entrevista con Humberto Musacchio, quien habla de la relación prensa-poder y de cómo la prensa se distancia de la sociedad, provocando el sentimiento que se aglutina en la consigna de “prensa vendida”. “Esta es como una de las claves del 68 que nos da una gama de aspectos relacionados con lo que ahora vivimos”; comentó.
Destacó que el movimiento es parteaguas en muchos temas, como el caso de que los del 68 inventaron tomaron por primera vez el zócalo capitalino, pusieron por primera vez la posibilidad de que hubiera equidad de género abriendo la participación a las mujeres que no era algo habitual.
“Este cúmulo de experiencias me parecía muy importante destacarlo y dejar un testimonio que fuera más allá del 2 de octubre y que nos permitiera comprender todas estas aportaciones de un movimiento que duró 10 semanas y digamos que a manera de homenaje son los 10 capítulos que componen el libro”, finalizó.
(David Rico)