Pilar Faller Menéndez
Política, diplomática y estadista israelí, Golda Meir fue una de las primeras jefas de gobierno en el mundo. Durante su período de gobierno, que fue de 1969 a 1974, hizo frente a los ataques de los terroristas palestinos en 1972, con el secuestro del avión “Savena” durante el cual participaron en su liberación dos jóvenes militares que luego se convertirían en primeros ministros de Israel: Ehud Barak y Benjamín Netanyahu, así como la masacre del Ejército Rojo Japonés en el aeropuerto internacional de Israel, masacre que cobró 25 víctimas y el asesinato de 11 deportistas israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich.
Nacida en Kiev, Ucrania, en el año de 1898 en el seno de una familia judía humilde, cinco de sus hermanos murieron en su infancia a causa de la pobreza y las enfermedades. Su familia tuvo que enfrentar la persecución de los cosacos antisemitas, motivo por el cual su padre decide emigrar a los Estados Unidos.
Cuando su padre pudo establecerse, la familia se reunió en 1906 en Milwaukee, en donde Golda estudia y se une al movimiento juvenil sionista en el cual tuvo una destacada participación y conoció a David Ben Gurión, quien posteriormente se convertiría en el primer ministro de Israel. Años más tarde, en 1917, decide casarse con Morris Meyerson, un pintor de quien adquirió el gusto por la música y la poesía.
Después de cuatro años de matrimonio, deciden establecerse en Tel Aviv, y posteriormente se incorporan al kibutz Merhavia, en donde trabajaron plantando árboles, criando aves y ayudando en la cocina, pero su esposo no soportó esa vida, por lo que a pesar de los deseos de Golda de permanecer, se mudan a Jerusalén en donde viven precariamente.
Durante los años 30 Golda se traslada a Tel Aviv sin su marido y comienza a trabajar en el poderoso gremio sindical de Histadrut y se reencuentra con David Ben Gurión. Posteriormente la eligen como delegada del Partido Laborista, en donde lucha por los derechos de los trabajadores, así como el auxilio a los refugiados judíos que huían del régimen Nazi.
Al terminar la guerra se vivió una gran tensión entre el movimiento sionista que exigía la independencia y las autoridades británicas quienes allanaron y arrestaron a muchos judíos. Es a Golda a quien le encargan las negociaciones con las autoridades inglesas, y el 29 de noviembre de 1947, las Naciones Unidas crean un Estado judío y un Estado árabe, pero ante el rechazo de los países árabes a esta decisión, se desata una guerra, por lo que Golda viaja a los Estados Unidos en busca de apoyo financiero de la comunidad judía norteamericana y consigue 50 millones de dólares.
El 14 de mayo de 1948, David Ben-Gurión declara la independencia de Israel y entre los 25 firmantes del acta se encontraba Golda, quien más tarde diría: “Después de firmar, lloré. Cuando yo estudiaba la historia de los Estados Unidos y leía acerca de los que firmaron la declaración de independencia, no podía imaginar que se trataba de gente real haciendo algo real. Y allí estaba yo, sentada y firmando una declaración de independencia”.
Golda comienza con encomiendas para el recién creado Israel, como embajadora en Rusia, Ministra de Trabajo y Seguridad Social y Ministra de Relaciones Exteriores, cargos que desempeñó bajo la óptica que tenía de sus convicciones socialistas, obteniendo fondos para la construcción del nuevo Estado, y apoyando la política de inmigración y rescatar la dignidad y autoestima del pueblo judío.
En 1969 es electa primer ministro, y en su primer discurso ante el Parlamente dice: “Estamos dispuestos a hablar de paz con nuestros vecinos, en cualquier momento y en relación a todos los aspectos.” Se dedicó a promover la paz en Oriente Medio y se reunió con muchos líderes mundiales como Richard Nixon y el Papa Paulo VI.
Durante su gobierno tuvo que enfrentar los ataques de los terroristas palestinos, quienes a cambio de sus actos pedían la liberación de árabes terroristas pero ella se mantuvo firme y se negó a cualquier clase de negociación diciendo: “Si negociamos, ningún ciudadano israelí estará seguro en ninguna parte del mundo en toda su vida”.
En 1973 consigue que la Unión Soviética permita la emigración de 200 mil judíos soviéticos, pero los terroristas árabes sirios, persisten con sus actos terroristas y secuestran a 7 de los emigrantes judíos, exigiendo que cesara la migración de los judíos a través de Austria, a lo que Austria accede ante la indignación de Golda.
En ese mismo año se desata la guerra del Yom Kippur, en la cual Israel es agredido por una coalición de países árabes, acto que se veía venir y que se le había prevenido a la Ministra Meir tanto por Jordania, como por su ministro de Defensa, a los cuales desoyó, lo cual jamás se perdonó, ya que a pesar de que Israel salió victorioso, este conflicto la desacreditó, a pesar de lo cual fue reelecta en 1974 pero la opinión pública rechazó este hecho, por lo que decide dimitir y retirarse de la vida pública y vivir en un Kibutz hasta su fallecimiento en 1978 a causa del cáncer, a la edad de 80 años.
Fue sepultada en el Monte Herzl de Jerusalén, en el panteón de los “Grandes de la Patria”. Mujer indoblegable, símbolo del poder femenino del siglo XX, Golda Meir pasó a la historia como una líder que sirvió a su país con lealtad y valores profundos del sionismo y de la democracia social.