
En los últimos años, la disminución de la arena por la erosión ha afectado a cerca de 4 mil 200 propiedades que están a la orilla de la costa, con mayor afectación en Chicxulub Puerto y Chelem, de acuerdo con datos de Zofemat, así como a los pescadores que usaban los arenales para resguardar sus herramientas y embarcaciones durante la entrada de nortes.
Según la información de la Zona Federal Marítimo-Terrestre de Progreso, las casas ubicadas a la orilla de la costa presentan daños cuantiosos en sus construcciones, lo que convierte a muchas calles de playa sin espacios para el traslado a pie y con construcciones a punto de derrumbarse parcial e incluso totalmente.
En Chicxulub Puerto, por ejemplo, el comisario José Artemio de la Cruz May Ortiz indicó que toda su comisaría al ser la más afectada en este tema cuenta en su área urbana, es decir de la calle 2 a las 58, con una extensión promedio de playa de apenas 50 cm a un metro, habiendo únicamente un área de aproximadamente tres vías que van de la arteria 24 a la 30, donde la extensión llega a los 20 o tal vez 30 metros de arenales; sin embargo, el resto cuenta con muy poca playa, con zonas rocosas o con el mar pegando a las construcciones.
Asimismo, la señora Hortensia León Castillo de Vargas, originaria de Chicxulub Puerto y dueña de una propiedad de playa a la altura de la calle 2A desde hace más de 40 años, relató que cuando ella y su esposo compraron la casa la zona contaba con más de 40 metros de playa, recordando que sus hijos y los de los vecinos podían jugar partidos de beisbol y volibol en sus frentes de arena, catalogando dicha zona como un paraíso. Pero ahora la situación cambió drásticamente con la disminución del arenal.
Otro de los sectores afectados es el pesquero, ya que los hombres de mar ya no cuentan con sitios para el resguardo de sus naves, y cada vez les resulta más difícil poder encontrar sitios durante los climas adversos, lo que se traduce en daños a sus herramientas de trabajo.
Con respecto a esta problemática, los pescadores de Chicxulub Puerto, Juan Castillo, Miguel Pech y Ramón Pech, conocido como Moncho, denunciaron los graves daños que sufren debido a la erosión de las playas en la zona.
Según indicaron, la falta de un puerto de abrigo o refugio pesquero en la comisaría ha obligado a los trabajadores del mar a depender de los arenales como único espacio para resguardar sus lanchas, especialmente en temporada de fenómenos naturales.
La erosión ha reducido considerablemente los espacios disponibles en la playa, dejando a los pescadores sin opción de proteger adecuadamente sus naves.
En situaciones de nortes y otros eventos meteorológicos, los pescadores intentan poner a salvo sus embarcaciones, pero en muchas ocasiones el agua ingresa y las arrastra, ocasionando desde daños menores, como raspaduras, hasta fallas estructurales graves, como el desfonde de las lanchas.
Estas reparaciones pueden implicar costos elevados, que ascienden a varios miles de pesos, y en algunos casos, las embarcaciones quedan inservibles, lo que impacta directamente en su actividad económica y la estabilidad.