Un nuevo caso de atropellamiento de fauna silvestre, se registró en la avenida García Lavín. Esta ocasión, la víctima fue un ejemplar de zorro gris (Urocyon cinereoargenteus), cánido silvestre ampliamente distribuido a lo largo del país, quien ha logrado adaptarse a las zonas urbanas, a pesar de encontrarse expuesto a múltiples amenazas.
Lo anterior no representa un hecho aislado, ya que en septiembre de 2024, también se registró el deceso de otro individuo a causa de la velocidad, y más tarde, en diciembre del mismo año, ocurrió un nuevo caso. Los terrenos baldíos que se localizan en esa zona de la capital yucateca, representan un refugio para los mamíferos silvestres, que se niegan a desaparecer a pesar del desarrollo citadino.
El desconocimiento de la presencia de este tipo animales silvestres, la falta de señalamientos y la escasez de infraestructura adecuada, son factores que contribuyen a la pérdida de la naturaleza, que a pesar de todo sigue haciendo de Mérida su hogar.
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Zorro gris, el cánido que trepa árboles
Aunque los cánidos no son conocidos por tener la capacidad de trepar árboles, el zorro gris es la excepción. Es un depredador sumamente ágil que se alimenta de pájaros, ardillas y ratones, pero que complementa su dieta con pequeños frutos y carroña.
A diferencia del coyote (Canis latrans), su pariente cercano, el zorro gris cuenta con un hocino más corto y agudo, las orejas más desarrolladas, y las patas proporcionalmente más cortas. Al consumir semillas contribuye a la reforestación, por lo que su presencia es de gran relevancia para el ambiente.
