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Yucatán

Con amor, cornetas y sacrificio: Padres yucatecos, el motor detrás del tenis de mesa en la Olimpiada Nacional 2025

Madres, padres, algunos abuelos, hermanos y hasta tíos, siguen de cerca la participación de los jóvenes atletas.
Sin importar las extensas jornadas de competencia, los familiares permanecieron apoyando a los suyos
Sin importar las extensas jornadas de competencia, los familiares permanecieron apoyando a los suyos / Marco A. Sánchez

Vestidos en forma llamativa, con una casaca amarillo fosforescente y con el nombre del estado en el pecho, la porra yucateca no dejó de apoyar en ningún instante a todos los jugadores de tenis de mesa en la Olimpiada Nacional 2025.

Ruidosos, extrovertidos pero siempre fieles a los atletas boxitos la “marea verde” está conformada por los padres y madres, algunos abuelos, hermanos y hasta tíos, que les siguen en todas las competencias en las que participan.

La familia es parte fundamental en el crecimiento deportivo de los atletas, son el principal baluarte emocional, financiero y de logística, aportan tiempo, dinero y esfuerzo el cual es remunerado en satisfacción, la satisfacción de ver a su hijo crecer y ser mejor.

Comprometidos con sus hijos se la pasan sentados en las gradas, eso si, todos juntos, durante las largas jornadas que duró esta competencia, desde las 8:00 hasta las 21:00 horas en un lugar sin nada que comprar en los alrededores para comer.

La dupla yucateca logró avanzar a semifinales y aseguraron medalla de bronce.

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“Acá estamos todos, no fue sencillo ni barato pero acá andamos, todos venimos en distintas condiciones, como sus posibilidades les dio, no es económico este deporte, porque además del esfuerzo del viaje las raquetas no son económicas, el tiempo que le damos en llevarlos y traerlos de sus entrenamientos, pero lo hacemos con gran amor”, coincidieron varios papás con los que conversó el POR ESTO!.

Armados de unas cornetas, una bandera yucateca y sus pulmones no dejaron de gritar el nombre del Estado y del niño que participaba en ese instante, sin importar si era su hijo o no, ante todo la solidaridad, y se alegraban con la victoria y entristecen con la derrota de cualquiera de la delegación.

“Cada raqueta nos cuesta cinco mil pesos y requieren tener dos en estas competencias, además cada determinado tiempo hay que cambiarle el hule que tiene un costo de mil 500, todo eso es a costa de los papás, pero te puedo decir que tengo un grupo de padres muy comprometidos, de los mejores que han estado, no hemos terminado la competencia y ya varios de ellos me han dicho que están al pie de cañón para lo que siga, eso nos motiva como entrenadores” señaló al POR ESTO! Carlos Lovo, entrenador en jefe de la delegación yucateca.

Sin duda una de las delegaciones más pintorescas fue la boxita, que sobresalía sobre todas las demás, por escandalosa, en el buen sentido de la palabra, pero siempre respetuosa, enhorabuena por los papás.

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