
La inmensidad azul de los océanos, fuente de vida y sustento para millones de personas, enfrenta un deterioro alarmante debido a la actividad humana. En el Litoral Oriente de Yucatán, esta crisis se percibe con creciente urgencia, y expertos como el biólogo Ezequiel Martín hacen un llamado enérgico a promover la conciencia sobre la necesidad de proteger y conservar los mares.
Con motivo del Día Mundial de los Océanos, celebrado cada 8 de junio, el biólogo Martín destacó que este año el lema global es: “Maravilla: sustentar lo que nos sustenta”.
“Los mares nos proporcionan alimento, energía, medios de transporte e incluso inspiración. Nos conectan y nos nutren, pero, desafortunadamente, los estamos matando con nuestras acciones”, expresó.

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En el litoral yucateco, miles de familias dependen directamente del mar para subsistir, principalmente a través de la pesca. Sin embargo, esta actividad enfrenta amenazas no sólo por la sobreexplotación, sino por la contaminación.
Martín subrayó la necesidad urgente de atender el problema de los residuos de aceites de motor, los cuales muchas veces terminan en el agua, afectando gravemente la vida marina.
A esto se suman los residuos sólidos generados por la actividad pesquera. En los puertos de abrigo de la zona es común ver envases plásticos flotando, principalmente de un solo uso. El panorama se agrava con la presencia de microplásticos, muchos de ellos provenientes de restos de artes de pesca, como sogas, redes, recipientes y otros materiales que acaban en el mar o enterrados en la arena.
“Es común ver pedazos de equipo de pesca desperdigados por la costa o flotando en el agua. Estos terminan contaminando los lechos marinos y afectan a numerosas especies”, advirtió el especialista.

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Un ejemplo claro de esta problemática ocurre en El Cuyo, donde tras cada temporal se pueden observar toneladas de basura acumuladas, especialmente en el lado Poniente del puerto de abrigo.
La mayor parte de estos desechos, explicó el biólogo, provienen de distintas partes del mundo y recalan en las costas yucatecas arrastradas por las corrientes marinas.
“Lo más preocupante es que una parte de esta basura vuelve al mar con las crecidas, y otra queda enterrada en la arena. Esto representa un grave riesgo para la fauna costera, que puede ingerir o quedar atrapada en estos desechos”, señaló.
Martín enfatizó que lo que ocurre en el litoral yucateco es apenas una pequeña muestra del daño generalizado que presentan los océanos. En todo el mundo, grandes fábricas, cruceros y embarcaciones vierten sus residuos directamente al mar, sin contar los derrames y la contaminación provocada por la industria petrolera.
“El océano es el principal productor de oxígeno del planeta. Nos da vida, pero no estamos correspondiendo. En el Litoral Oriente de Yucatán necesitamos fomentar con mayor intensidad una cultura de respeto y cuidado hacia los mares”, enfatizó el biólogo Ezequiel Martín.