
La comisaría de Santa Cruz Pachón tuvo una tarde de tensión y resistencia tras un nuevo intento de despojo del campo de beisbol local por parte del empresario Jacinto de Guadalupe Worbis Alonzo. Acompañado de un notario, su abogado y maquinaria pesada, Worbis intentó construir, provocando la indignación y movilización de los vecinos.
Este episodio se suma a una larga disputa legal y social que inició formalmente en 2015, cuando el empresario adquirió el predio que abarca parte del campo de beisbol, aunque los pobladores sostienen que ese espacio ha sido parte fundamental de la comunidad por más de un siglo y pertenece a tierras ejidales que no pueden ser vendidas sin asamblea previa.
Es importante señalar que en diciembre del 2015 Worbis Alonzo obtuvo una escritura de compraventa del predio rústico Santa Cruz Pachón, con folio electrónico 979473, registrado por la Notaría Pública No. 31.
Después, en marzo del 2019 los trabajadores enviados por el empresario intentaron construir un muro para delimitar el terreno. Los pobladores impidieron la obra, iniciando una vigilancia permanente.
Luego, en abril del 2019 se colocaron vehículos chatarra en el campo. La comunidad interpuso un amparo (expendiente 413/2019) que obligó a retirar los obstáculos. Worbis también obtuvo un amparo (493/2019) que le permitió el acceso provisional.
Posteriormente, en abril del 2019 el entonces alcalde, Roger Aguilar Arroyo, propuso construir un nuevo campo, pero la comunidad rechazó la opción para no ceder el terreno histórico.
Finalmente, el martes por la mañana Jacinto Worbis llegó nuevamente al campo con una retroexcavadora y documentos presuntamente legales, fechados el 10 de junio del 2024 y emitidos durante la administración de Roger Aguilar Arroyo. No obstante, el jurídico del Ayuntamiento de Motul declaró que dichos papeles carecen de validez legal, al tratarse de un acto administrativo no vigente y posiblemente apócrifo.
Al percatarse de la maquinaria, los habitantes se congregaron para impedir cualquier intento de obra, cerrando el paso a los operadores e impidiendo el daño a las instalaciones donde se realizan juegos comunitarios todas las semanas, incluidos los domingos; la tensión aumentó cuando Worbis intentó sacar a los vecinos alegando que el predio le pertenece.
Elementos de la Policía Municipal y la SSP arribaron al sitio para mantener el orden, exhortando a ambas partes a canalizar el conflicto por la vía judicial.
En medio del conflicto, los pobladores hicieron un enérgico llamado a las autoridades correspondientes para que intervengan de manera inmediata y garanticen que el campo de beisbol permanezca como un bien comunal.
“No queremos que amigos políticos o empresarios con dinero vengan a pisotear nuestras leyes ni nuestras tradiciones. Aquí hay historia, deporte y comunidad. No vamos a ceder”, expresó uno de los habitantes durante la manifestación.
La comunidad aseguró que no permitirá el despojo disfrazado de legalidad, y que continuará defendiéndose “hasta las últimas consecuencias”, tanto en el terreno como en los tribunales, para conservar un espacio que consideran parte de su identidad y Patrimonio Cultural.