Síguenos

Última hora

Rescatan a 26 mujeres y aseguran droga en operativos contra bares en Chetumal

Yucatán

Especialista de Yucatán alerta: El boom inmobiliario en la costa elimina ecosistemas que protegen de crisis como la marea roja

Dalila Aldana, especialista del Cinvestav Mérida, indicó que la destrucción de manglares ha causado que Yucatán se quede sin barreras naturales.
La conservación de manglares no es un lujo ambientalista, garantiza salud y estabilidad económica
La conservación de manglares no es un lujo ambientalista, garantiza salud y estabilidad económica / Por Esto!

La presencia de nuevas especies de algas tóxicas en Sisal es sólo la manifestación más reciente de un problema más profundo: el deterioro de los ecosistemas costeros por falta de planeación y regulación del desarrollo inmobiliario.

Así lo afirmó la investigadora Dalila Aldana, especialista del Cinvestav Mérida, quien alertó que la destrucción de manglares, humedales y dunas está dejando sin “barreras naturales” a las comunidades y recursos marinos.

“El crecimiento económico es importante, pero si seguimos perdiendo nuestros ecosistemas, la economía tampoco podrá sostenerse. Una emergencia sanitaria natural, como la que ahora vemos con las algas nocivas, deja claro que no hay economía circular sin protección ambiental”, subrayó.

Ingresar a la UADY para estudiar una licenciatura se ha vuelto un reto cada vez más complejo

Noticia Destacada

UADY rechaza a 8 mil 570 aspirantes en las 20 licenciaturas más demandadas; Medicina, Odontología y Veterinaria entre ellas

Desarrollo vs protección

El boom inmobiliario que se vive en el litoral yucateco ha acelerado la presión sobre terrenos frágiles como los manglares y la duna costera. Aldana insistió en que los permisos otorgados sin un ordenamiento integral del territorio están generando desequilibrios que se traducen en riesgos sanitarios y ecológicos.

“El verdadero desarrollo debe contemplar la resiliencia de los ecosistemas. De lo contrario, fenómenos como la marea roja se repetirán cada año con mayor peligrosidad y afectarán directamente al turismo, la pesca y la salud pública”, advirtió.

El Cinvestav confirmó en días recientes la presencia de un florecimiento algal nocivo (FAN) que se extiende desde Chelem hasta Sisal. Las aguas rojizas y la aparición de peces muertos en la orilla ya son visibles, aunque para los científicos esto es más un síntoma que una causa: evidencia de que el ecosistema marino está perdiendo capacidad de autorregulación.

Las nuevas especies detectadas —Heterocapsa circularisquama y Scrippsiella trochoidea— prosperaron gracias a la descomposición de otras algas, un proceso acelerado por la alteración del entorno natural.

Para Aldana, el fenómeno actual debe servir de llamado urgente a las autoridades y la sociedad yucateca. La conservación de humedales y manglares no es un lujo ambientalista, sino una necesidad para garantizar la salud, la seguridad alimentaria y la estabilidad económica de la región.

“Si no detenemos el daño a la costa y seguimos sustituyendo naturaleza por concreto, estaremos construyendo sobre arenas movedizas”, concluyó.

Adultos mayores en Yucatán enfrentan, entre otros obstáculos, rezago educativo y acceso limitado a servicios

Noticia Destacada

Envejecer se convierte en una lucha diaria en Yucatán: más de 292 mil ancianos viven entre pobreza, abandono y sin derechos básicos

Según el monitoreo más reciente del Cinvestav, la mancha de florecimiento algal nocivo (FAN) se extiende actualmente entre Chuburná y Sisal, siguiendo el patrón natural de las corrientes que arrastran las microalgas de oriente a poniente.

En recorridos de campo, investigadores y pescadores han constatado un fenómeno conocido como la “corrida de peces”: los cardúmenes se desplazan mar adentro en busca de aguas con oxígeno suficiente, pues la densidad de las microalgas sofoca la vida marina en la franja costera. La consecuencia más visible es la aparición de peces muertos o agonizantes en la orilla, como ya ocurre en Sisal, acompañada del cambio de color en el mar, que adquiere tonos rojizos o marrones.

Nuevas especies tóxicas

El subsecretario de Protección contra Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud de Yucatán, Domitilo Carballo, confirmó que este episodio difiere de los registrados en años anteriores, pues en el monitoreo se detectaron dos especies adicionales: Prorocentrum lima y Pyrodinium bahamense.

Ambas están clasificadas como tóxicas y se encontraron en niveles superiores a lo normal en la costa yucateca. Su presencia implica un nivel mayor de vigilancia, pues aunque desde 2001 no se registraban mareas rojas con organismos dañinos para la salud humana, el riesgo de intoxicación existe si no se siguen las recomendaciones sanitarias oficiales.

Siguiente noticia

UADY rechaza a 8 mil 570 aspirantes en las 20 licenciaturas más demandadas; Medicina, Odontología y Veterinaria entre ellas