
Los postes de madera suponen un riesgo, pues son varios los casos en los que ya están inclinados, con riesgo de caer en calles de tránsito continuo, por lo que un vehículo o incluso una persona podrían ser los infortunados.
De hecho, hay un caso más grave, pues el poste terminó sobre un predio con varios locales. Esto sucedió en la calle 73 entre 48 y 50, donde el madero se quedó “descansando” sobre el techo de una estética.
Vecinos explicaron que se hizo el reporte a Ayuntatel, pero se les informó que la responsabilidad de moverlo es de la compañía de telefonía e internet. Han pasado semanas y nadie ha acudido para remediar la situación.

Por lo pronto, a un lado del poste se realizan obras de ampliación del techo y le sirvió de escalera al trabajador, pese al peligro que pudiera colapsar sobre su andamio.
En la colonia Esperanza, en la calle 26 entre 57-A y 59, hay otro madero a punto de venirse abajo. El vecino del predio 349-A comentó que se reportó, incluso se colocó un poste de concreto para sustituir al que está en malas condiciones.
Sin embargo, como en el caso anterior, es responsabilidad de una empresa particular hacerlo y no ha cumplido.
Pareciera que sólo intervendrá hasta que se caigan o un camión los derribe, como sucedió en la calle 75 (entre 68 y 66) del Centro.

Y es que hay otros tantos con una orientación hacia abajo. Por ejemplo, sobre la calle 40 (entre 71 y 63) son varios los que se encuentran así.
Pero el que lleva años de lado y “descascarado” es el poste de la calle 34 entre 73 y 71 del Centro Histórico. Pese al reporte insistente de los vecinos y la nota publicada por POR ESTO! en diciembre del 2023, sigue en las mismas o peor.
Lo que los empleados de telecomunicaciones no miden al colocar cablería sin parar es que todo lo que cuelga no alcanza altura suficiente y queda a expensas de que una unidad pesada se enrede.
Eso sucedió hace unas semanas en la calle 61 de la colonia Xoclán Canto, entre la 122 (y 130) hacia la avenida Mérida 2000. Y sin mucho “esfuerzo” el vehículo implicado tiró cinco postes, lo que dejó de manifiesto que estaban mal colocados.