
Momentos de desesperación y tensión se vivieron en el Hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) ubicado en la comisaría de Susulá, Se activó el código rosa por un presunto intento de sustracción de un recién nacido, pero fue una falsa alarma.
De acuerdo con datos obtenidos, dos mujeres, vestidas como enfermeras, ingresaron al nosocomio y se dirigieron a áreas restringidas, incluida la zona de recién nacidos. Su comportamiento levantó sospechas entre el personal médico, que decidió solicitar apoyo inmediato a través de los números de emergencia.

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Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y de la Policía Estatal de Investigación (PEI) acudieron al lugar y comenzaron las indagatorias. Fue cuando se esclareció el malentendido: las mujeres eran familiares de una paciente internada, su tía y prima, que, al desconocer la ubicación exacta de la sala, ingresaron por error a zonas no autorizadas.
Tras ser interrogadas, ambas se retiraron voluntariamente del hospital y no se detectó ninguna amenaza real ni intento de robo. No obstante, el incidente dejó en evidencia una preocupante falla en los controles de acceso, ya que recientemente fue retirada la empresa encargada de la seguridad privada del hospital.

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Aunque no hubo delito que perseguir, las autoridades hicieron un llamado a la ciudadanía a actuar con responsabilidad para evitar generar alarma innecesaria. También instaron a las autoridades hospitalarias a reforzar los protocolos de seguridad para evitar que situaciones como esta se repitan.
El incidente, aunque sin consecuencias graves, puso sobre la mesa la vulnerabilidad en la vigilancia de instituciones médicas, particularmente aquellas que atienden a poblaciones sensibles como recién nacidos y pacientes en estado delicado.