
La ciudadanía volvió a denunciar presuntos abusos de autoridad por parte de elementos de seguridad en la capital campechana. A través de redes sociales, se difundió un video en el que civiles encapuchados, sin uniforme ni identificación visible, a bordo de camionetas sin logotipos oficiales, intentan detener de manera abrupta a dos motociclistas, poniendo en riesgo su integridad.
Los individuos, que después se identificaron como parte del área de "Inteligencia" de la Policía Estatal, fueron cuestionados por los motociclistas debido a la manera en la que les cerraron el paso. En la grabación también se observa una patrulla oficial, con elementos uniformados a bordo, quienes afirmaron que se trataba de una “inspección de documentos de rutina”. Sin embargo, los ciudadanos reclamaron la forma agresiva en la que fueron abordados: “no son las formas, sobre todo por cómo está la situación”, dijeron.
Este incidente ocurre tras otro caso denunciado en la unidad habitacional Siglo XXI, donde supuestos agentes de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) fueron señalados por agredir a un motociclista y su familia, tras impactar su vehículo que estaba estacionado. Según el testimonio del joven Cristian Castán, los agentes tiraron su moto, lo agredieron verbal y físicamente, e incluso rompieron su celular cuando intentaba grabar lo sucedido.

En ambos casos, los elementos señalados portaban uniformes distintos, no contaban con bodycams y ocultaban sus rostros, lo que ha generado preocupación por la falta de transparencia en los operativos de seguridad.
La Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC) emitió comunicados en respuesta a ambos incidentes, negando haber derribado la motocicleta en el primer caso y asegurando que el joven ingresó abruptamente a su domicilio, provocando por sí mismo el impacto. También reiteraron su llamado a la población para presentar denuncias formales en caso de abuso policial y proporcionaron el número 981 811 9110 para este fin.
La ciudadanía ha manifestado su inconformidad ante el actuar de elementos que, lejos de inspirar confianza, actúan con el rostro cubierto y sin identificarse plenamente, en operativos que más parecen intimidación que prevención del delito.
JGH