
A ocho meses de que su hijo fuese amarrado por su maestra en la escuela primaria ‘Carlos Sansores Pérez’, con la justificación de ser “inquieto”, Jessica Salas Reyes repudió que esta continúe a cargo del grupo sin haber recibido sanción por parte de la Secretaría de Educación (Seduc), la cual aseguró que mañana se reunirá con las y los afectados.
Según la joven madre, el 10 de septiembre de 2024, la maestra de primer grado, Lisbeth A. C. P., amarró a una silla con una soga a su hijo, con las manos hacia atrás, provocando burlas de sus compañeros. Salas Reyes acudió al plantel a preguntarle directamente qué había sucedido, y la docente confirmó el hecho, alegando que fue porque el menor estaba inquieto.
Manifestó que la maestra le comentó que “no fue mucho tiempo”, pero su hijo le aseguró que fue entre dos y cinco minutos, durante los cuales sus compañeros se rieron de él. Un mes después, le confesó que su maestra también le golpeaba la cabeza con libros o se los aventaba.
Después del incidente —abundó— el menor ya no quería ir a la escuela. “Todos los días era llorar; de hecho, cuando tuve junta con el director al día siguiente por lo sucedido, fui sola, dejé a mi hijo en la casa porque fue tanto su temor y su llanto que se aporreó la cabeza contra la puerta con tal de no ir”.

Externó que, tras dar a conocer su caso, otras personas le dijeron que no es la primera vez que esta maestra utiliza métodos punitivos para “controlar” a sus alumnos. Ejemplificó que a una niña del salón de su hijo le negó permiso para ir al baño y terminó orinándose.
“Alzo la voz por todos esos niños que han vivido lo mismo con esa maestra y que no se ha sabido. Desgraciadamente, se han callado. No hay una medida más que la conciliación. ¿Que la cambien de escuela? Va a pasar lo mismo. Debe haber una sanción más severa, porque otros niños van a seguir siendo dañados”, subrayó.
La Secretaría de Educación (Seduc) únicamente informó que le está dando seguimiento a esta situación y que mañana están citados todos los afectados.
JGH