Los incendios no solo impactan la alimentación de las abejas sino que afectan a los apicultores porque tienen que erogar recursos extra para adquirir suplementos como el azúcar para su subsistencia y que no se escapen de las colmenas. El responsable del Jardín Etnobiológico del Instituto Tecnológico de Chiná, William Rolando Cetzal Ix dijo que el fuego que arrasa la flora por las altas temperaturas no solo deja sin comer a las abejas, sino disminuye la producción de miel.
Esto provoca que los productores tengan que comprar suplementos como azúcar para que sobrevivan y no escapen de las colonias, lo que impacta en la economía del productor.
En esto reside la importancia de conservar la flora y el ecosistema para que haya de forma natural el alimento y a su vez una alta producción de miel.
Enumeró que el sisilche y el tajonal son las dos flores más nutritivas; sin embargo, son las que resultan afectadas por el fuego al brotar en la orilla de las carreteras como en la zona forestal del Centro y Norte de la Península de Yucatán.
El sisilche es común en la región y crece en selva baja, mientras el tajonal florece de enero hasta mayo, pertenece a las familias de las ceráceas como el girasol. Estas plantas se caracterizan por sus flores amarillas, en conjunto son 24 especies cuyo polen alimenta y nutre a las poblaciones de abejas.
Explicó que habría suficiente alimento para la abeja si no se registraran afectaciones por los incendios; y pidió a los productores que se organicen, ya que los apiarios deben tener mínimo una separación de 500 metros o un kilómetro.
El riesgo de los apiarios cercanos provoca que las abejas compitan por alimento, por ello hay que establecer un poco lejos las colmenas o en áreas en conservación.
JY
