Con una emotiva procesión por las calles del poblado, la comunidad maya de Xculoc concluyó este viernes el novenario en honor a San Isidro Labrador, su santo patrono, en una celebración que supera los 105 años de antigüedad y que sigue viva gracias a la profunda fe de sus habitantes.
La ceremonia religiosa fue presidida al mediodía por el presbítero Enrique Jiménez Rivero, párroco de la iglesia de Nuestra Señora de La Asunción, ubicada en la comunidad de Bolonchén de Rejón. Tras la misa, alrededor de la una de la tarde, dio inicio la tradicional procesión con la imagen del santo por las principales calles de este poblado de origen maya, situado en la zona norte del municipio de Hopelchén, colindante con el estado de Yucatán.
Cientos de feligreses, en su mayoría mujeres ataviadas con huipiles y veladoras en mano, acompañaron el recorrido entonando cánticos y rezos. Con devoción, pidieron a San Isidro Labrador abundancia en las cosechas y bendiciones para las labores del campo, actividad económica fundamental para las familias de la región. La imagen fue llevada incluso hasta las milpas y tierras mecanizadas, en una simbólica petición por una buena temporada de siembra de maíz.
Además de la comunidad anfitriona, participaron fieles provenientes de localidades cercanas como San Simón (Yucatán), La Fátima (Calkiní) y otros pueblos del municipio. En un gesto de hospitalidad, los pobladores de Xculoc ofrecieron alimentos gratuitos a sus visitantes.
Tras la procesión, la imagen de San Isidro fue entronizada nuevamente en la capilla, donde fue recibida con música de mariachi y “Las Mañanitas”, mientras los devotos continuaron con las oraciones y muestras de fe. La celebración culminó con el tradicional baile de la cabeza de cochino por la tarde, y un baile popular por la noche.
Con esta fiesta, Xculoc reafirma su identidad cultural y espiritual, preservando una de las tradiciones religiosas más antiguas y significativas del pueblo maya chenero.
JY
