
Aun con el notable avance en la construcción del Mercado de Artesanías en la Isla, los artesanos desconocen cómo serán reubicados debido a la falta de comunicación por parte de las autoridades municipales, manifestó Miriam Rangel Anaya, vendedora de productos típicos, al indicar que ojalá, cuando quede listo el nuevo inmueble, no aparezca gente que no forma parte del grupo de artesanos locales y se quiera integrar.
“Ya está casi terminado el mercado, pero nadie se ha acercado a decirnos si vamos a tener un lugar ahí o no. Todo son especulaciones, pero hasta ahora no hay un pronunciamiento oficial, ni de Turismo, ni de la Presidencia, o si será la Dirección de Servicios Básicos como sucede en todos los mercados, que ellos son los que ponen las reglas de asignación de locales”, señaló Rangel Anaya.

La incertidumbre ha generado preocupación entre los artesanos, que dependen de esta actividad como su única fuente de ingresos. “Yo vivo de esto, dependo de esto, y sí me preocupa mucho no saber qué va a pasar, sobre todo porque sabemos que cuando se quemó la anterior plaza, el parque Ignacio Zaragoza estaba lleno de comerciantes que poco a poco se fueron yendo, y solo unos cuantos hemos permanecido”, expresó.
El mercado, anunciado como un espacio para reactivar y dignificar el trabajo artesanal local, fue presentado como un proyecto destinado a los creadores de productos típicos con concha y caracol. Sin embargo, los involucrados afirman no haber sido tomados en cuenta en el proceso de planeación, ni en la etapa final de la obra.
“Nos dijeron que era para nosotros, pero nadie lo ha confirmado. Queremos que alguien venga y nos oriente, que nos diga si estamos considerados o no, si debemos entregar alguna documentación para que se puedan otorgar concesiones. Sería un buen momento para que esto fluya como debe ser”, insistió la vendedora.
Mientras la incertidumbre invade a los artesanos locales, reconocen que continúan afrontando los embates económicos, pues las ventas actualmente se mantienen bajas debido a las altas temperaturas y la poca afluencia turística.
“Aquí estoy diario, haya o no ventas. Aunque el calor también afecta, la gente no sale tanto”, explicó.
Con la proximidad de las fiestas en honor a la Virgen del Carmen, Rangel Anaya indicó que ya se preparan con productos alusivos a la Patrona de la Diócesis de Campeche. Si bien las fiestas empiezan desde el 21 de junio, el repunte en ventas se espera a partir del 15 de julio, cuando miles de devotos a la Virgen del Monte Carmelo llegan a la Isla. Por lo tanto, los comerciantes tienen la esperanza de que puedan ocupar el nuevo Mercado de Artesanías para esas fechas. “Sería lo mejor para volver a empezar”, concluyó.
JGH