
En entrevista con Roger Castillo Valencia, padre del piloto carmelita a quien se le ha denominado como “héroe sin capa”, el Airbus A321-271NX de la aerolínea Viva Aerobus tuvo una falla mecánica en uno de sus motores, por lo que el vuelo VB755 tuvo que cambiar su trayectoria para llevar a un aeropuerto seguro a 216 pasajeros y siete tripulantes —223 seres vivos— que aun con nervios de que todo podía pasar, encomendaron su vida a Castillo Rivas.
El padre del joven piloto indicó que fue alrededor de las tres de la mañana cuando logró tener contacto con él, pues llegaron a Mérida sin señal desde La Habana. Viva Aerobus envió un avión vacío desde Monterrey para recogerlos.

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Además del desafío de perder un motor, el piloto tuvo que aterrizar en una pista corta, a 300 km/h y con más de 70 toneladas de peso, lo que requirió un extraordinario trabajo de equipo para tranquilizar a los pasajeros, entre ellos adultos y menores de edad.
Castillo Rivas tiene ocho años de experiencia, dos con Viva Aerobus, y aunque reconoce que a veces ocurren fallas técnicas, es la primera vez que enfrenta una emergencia de esta magnitud. Finalmente, el padre del piloto dijo que fue un momento de incertidumbre y desesperación, y aunque su hijo salvó más de 200 vidas, el desenlace pudo haber sido trágico.
El aterrizaje

Una verdadera pericia y pensamientos en calma permitieron que Roger Alonso Castillo Rivas, un joven piloto de 31 años y de origen carmelita, lograra aterrizar de emergencia en La Habana, Cuba, en un vuelo que venía desde Miami y con destino a la ciudad de Mérida, Yucatán. La hazaña en materia de aeronáutica permitió que 223 personas, incluyendo a la tripulación, llegaran con vida a tierra y que hoy, el carmelita con ocho años de experiencia como piloto, haya sido noticia internacional.
A través de redes sociales, la usuaria Ana C. Baqueiro fue quien ventiló públicamente lo que estaba pasando en el Aeropuerto Internacional de Mérida, cuando personal de VivaAerobus no daba información del retraso del vuelo. La desesperación fue mayor cuando la pantalla no mostraba más detalles del avión retrasado procedente del vecino estado del norte y con rumbo a la Península de Yucatán.
Horas más tarde se supo lo que había pasado y aunque originalmente se sabía que era una falla en uno de los dos motores y que aterrizaron de emergencia en La Habana como punto intermedio del trayecto aéreo, fue hasta la madrugada del miércoles cuando familiares y amigos de los pasajeros lograron tener mayor información de lo ocurrido.
JY