Si bien este domingo estuvo marcado en el calendario como el día dedicado a celebrar a los ‘jefes del hogar’, el Día del Padre en la capital del Estado transcurrió con un ánimo sobrio y tranquilo, los restaurantes lucieron con regular afluencia, al igual que las plazas comerciales, aunque la mayoría festejó en casa.
Los restaurantes, que días previos lanzaron promociones, descuentos y hasta cortesías para los papás, no lograron captar la atención esperada, salvo algunos con servicio de buffet. El ambiente fue un poco más animado en las plazas comerciales y tiendas departamentales.
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"Sin fiesta ni regalos": Padres viudos de Pomuch enfrentan el olvido familiar en su día
Mismo panorama se observó en los cementerios de la ciudad, donde solo algunos campechanos acudieron a visitar a sus padres fallecidos, llevándoles flores, limpiando sus tumbas, o simplemente sentándose a platicar en silencio.
La mayoría de los campechanos prefirió celebrar en casa, con una comida sencilla, una carne asada en el patio o terraza, en compañía de sus seres queridos. Muchos padres comentaron que, más allá de las salidas o los regalos, valoran estos momentos de convivencia que rara vez se dan en medio de las prisas diarias.
Contrastes
En Champotón, de acuerdo con algunos prestadores de servicio y comerciantes, las celebraciones con motivo del Día del Padre transcurrieron con baja movilidad comercial.
José Enrique Medina, encargado de una tienda de regalos, y Mariana Granados, empleada de un almacén de ropa, coincidieron en que las ventas fueron mínimas. Mientras que, en los dos panteones de la cabecera, la afluencia fue muy baja; en las florerías, hubo ventas fluidas, pero no extraordinarias. Los comerciantes atribuyeron este panorama a la complicada situación financiera, o tal vez porque la figura paterna no requiere de tantos detalles; “Quizá el regalo perfecto para un papá promedio sea una buena comida con unas cervezas en compañía de su familia”, afirmaron.
En contraste, los comerciantes de regalos, flores y novedades de negocios establecidos en el centro de Hopelchén sí reportaron buenas ventas este domingo. Por ejemplo, Hortensia González Chí, propietaria de un negocio de novedades, señaló que los pocos regalos que preparó para esta fecha se agotaron desde muy temprano. En el único cementerio de la ciudad de Hopelchén hubo regular afluencia de gente que acudió a llevar flores y veladoras a sus seres queridos fallecidos; en las tres misas dominicales en la Iglesia de San Antonio de Padua, se pidió por el eterno descanso de los padres fallecidos.
En Hecelchakán, cientos de familias acudieron a la parroquia de San Francisco de Asís para recordar a sus padres en las misas oficiadas por el presbítero Aurelio Jiménez Guevara. En Pomuch, la misa fue en la parroquia de la Asunción, oficiada por el presbítero Fernando Mex Collí. Los panteones de la región tuvieron regular visita. En el de Pomuch, María Teresa Cox Tun recordó a su esposo asesinado hace 15 años; Adelfa Chan Cahuich visitó la tumba de su padre, fallecido hace casi 20 años; Cesario oró por su papá, fallecido de pulmonía hace 23 años; Cándido Farfán recordó a Rogerio Farfán (alias Abal), conocido por su molino de nixtamal.
Así se vivió el Día del Padre en Campeche: sin algarabía, pero con la calidez familiar de quienes, a su manera, supieron agradecer a los padres.
