
Lo que comenzó como una obra de modernización para mejorar la movilidad en la capital campechana, hoy representa una preocupación constante para los vecinos de la calle 112 con 33 y San José, en el barrio de La Ermita, quienes denuncian que el proyecto del Tren Ligero ha generado inundaciones severas en sus viviendas tras las primeras lluvias.

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De acuerdo con un recorrido realizado por un reportero local, los afectados aseguran que desde que comenzaron los trabajos del Tren Ligero, que conecta la estación del Tren Maya con el malecón de la ciudad, los problemas de encharcamiento se han intensificado, llegando incluso a afectar el interior de las casas.
Betty Pinzón, una de las vecinas más afectadas, relató con impotencia cómo el agua entra con fuerza a su vivienda.
“Entra el agua como si fuera una cascada. Desde un principio les advertimos que esos trabajos no eran convenientes. Quitaron las vías, abrieron huecos de hasta dos metros y dejaron todo con desniveles. Yo vivo aquí desde hace más de 50 años y jamás me había inundado así”, expresó.

Señaló que las nuevas obras no respetaron el diseño original del drenaje y las alcantarillas, provocando un deficiente desagüe del agua pluvial. Además, acusó que los constructores elevaron el nivel del piso y construyeron bardas que ahora impiden que el agua fluya, dejando a los habitantes prácticamente encerrados.
“Estamos atrapadas, vivimos en un horno. Antes teníamos árboles y sombra, ahora sólo calor y encierro. Y cuando pedimos ayuda, nos dicen que somos unas puercas. La basura baja desde los cerros de Bellavista, no es nuestra. Queremos que vean cómo estamos viviendo, que vengan y vean antes de juzgar”, reclamó indignada.

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JGH