
La economía local atraviesa una de sus etapas más críticas en años, con cierres de empresas, despidos masivos y falta de liquidez generalizada, así lo denunció Acisclo Paz López, empresario del sector de seguridad privada, quien afirmó que las condiciones actuales han obligado a numerosas compañías a abandonar la región ante la falta de pagos por parte de Petróleos Mexicanos (PEMEX), y aunque ha abonado, dejó de tener contratos activos.
Ante el silencio que siguen guardando organizaciones empresariales respecto a la realidad que se vive por la falta de abonos suficientes de parte de PEMEX y la apertura de la plataforma COPADES (Codificación de Pagos y Descuentos), pues de junio a diciembre del 2024 no se ha facturado ninguno de los servicios prestados, el empresario, quien ofrece guardias de vigilancia y equipos de videovigilancia, describió lo complejo que ha sido para los terciarios en la cadena de proveeduría.

Noticia Destacada
Cambio climático adelanta la floración del maculí en Campeche; expertos alertan sobre impacto ambiental
Señaló que la declaración del Sindicato de Obreros Carmelitas Marginados, sobre lo “ruin” que se están portando algunos empresarios locales, al haber recibido abonos de PEMEX y no pagar a sus empleados, es una realidad. Aseguró que conocidos dueños de compañía, pese a recibir pagos, no han cumplido con sus trabajadores, y en cambio han usado ese dinero para gastos personales, mientras las micro y pequeñas empresas no han recibido pagos y tampoco sus colaboradores.
Relató el caso de una firma española con la que tenía contratos. Esta empresa, proveedora directa de PEMEX, recibió abonos insuficientes para seguir operando, y ante la imposibilidad de facturar, prefirió cancelar los servicios y regresar a su país, una decisión que también afectó a su empresa.
“Nos ha afectado mucho. He perdido contratos porque las empresas se van, no les pagan, no tienen recursos para seguir operando. A diferencia de la pandemia, donde aún se mantuvo algo de movimiento económico, actualmente hay negocios que están cerrando sus puertas sin posibilidades de recuperación, porque no hay liquidez en el municipio ni en el estado. Nos estamos ahogando y cada día está peor”, advirtió.

El empresario indicó que ha tenido que recortar personal y reducir gastos drásticamente. “Si antes gastaba 300 en gasolina, ahora solo puedo gastar 100. He tenido que despedir empleados porque ya no alcanza para aguinaldos ni prestaciones. Llevamos meses sobreviviendo porque no hay incentivos gubernamentales para sostener a las pequeñas y medianas empresas”.
Además, criticó que pareciera que PEMEX está poniendo a prueba un modelo de negocio fallido, que solo ha llevado a los municipios petroleros a una crisis, incrementando la delincuencia, donde las personas roban por necesidad, no por maldad: comida, pañales, leche, agua, porque tienen hambre.
Finalmente, alertó que la situación podría empeorar en los próximos meses, con más desempleo y cierres de negocios. “Estamos cayendo en un abismo”, concluyó.
JY