
La actividad de transporte de carga y descarga en la isla atraviesa una de sus peores etapas, con una caída de hasta el 90 por ciento desde noviembre del año pasado y, por si fuera poco, una deuda con empresas vinculadas a la industria petrolera que supera los 250 mil pesos para los socios, así lo denunció Daniel Gómez Martínez, presidente de la Sociedad Cooperativa de Transporte de Carga y Descarga en Ciudad del Carmen.
En entrevista, Gómez Martínez afirmó que, a pesar de que algunas compañías continúan solicitando servicios, los pagos están siendo retenidos desde hace varios meses. “Nos deben desde octubre o noviembre del 2024 y siempre nos dicen que es por culpa de PEMEX, esa historia poco la creemos porque ya salieron a decir que sí les pagaron, nos están afectando muchísimo”, aseguró.
Aun así, los trabajadores siguen operando por compromiso y años de relación con estas empresas, aunque la deuda ya supera —entre varias unidades— cifras cercanas al medio millón de pesos. “Sí nos pagan, pero en abonos, ellos creen que nosotros somos juguete, esto es como todo, nuestra forma de vivir, la manera de llevar recursos a nuestros hogares, tendrían que ser tantito empáticos”, lamentó.
Agregó que, desafortunadamente, bajo el mismo pretexto que están utilizando la mayoría de las empresas carmelitas, proveedoras de PEMEX, el sector servicio, así como los micros y pequeños negocios que los apoyan, se están yendo a la quiebra. “Atrasar el pago de uno a dos meses es entendible, pero ya más de seis meses, es una burla”, dijo.
Además de los adeudos, enfrentan una creciente competencia desleal, lo cual ha reducido aún más sus oportunidades de empleo. Según el líder transportista, las autoridades se han deslindado de intervenir, “tirándose la bolita” sin dar una solución clara. Entonces, derivado de ello, la ocupación de los transportistas ha caído en un 90 por ciento, afectada por la baja actividad de la industria petrolera y el pirataje.
Pese a este panorama complicado, Gómez Martínez destacó que al menos han logrado regularizar sus unidades con placas actualizadas, lo que evita enfrentamientos con las autoridades de tránsito, es decir, ya no están expuestos a multas o sanciones por incumplir el reglamento. Finalmente, confió en que las empresas locales que les deben pronto liberen los pagos, y con ello puedan recuperar su confianza para seguir prestando el servicio.