
Lo que parecía una jornada tranquila en el Coppel Aviación terminó con sorpresa y risas nerviosas, luego de que empleados de la tienda descubrieran que alguien se llevó un par de zapatos nuevos y dejó unas botas viejas en la caja… como si el calzado hubiera mudado de piel al más puro estilo de una serpiente fashionista.
El insólito hallazgo se dio en el área de calzado, cuando al hacer el conteo habitual, los trabajadores notaron que dentro de una caja que debía contener zapatos nuevos, lo que había eran unas botas usadas, bastante gastadas, que más parecían salir de un taller mecánico que de una vitrina de moda.
Sin embargo, entre risas también hubo un llamado serio: el costo del robo podría ser descontado del salario del personal, por lo que pidieron a la persona responsable que, si tiene corazón (y algo de vergüenza), pase a pagar.
Mientras tanto, los trabajadores siguen con la esperanza de que el “cliente misterioso” recapacite… o que al menos no vuelva a hacer un trueque de segunda mano.