
Un carterista no sintió lo duro sino lo tupido cuando un padre de familia descubrió que intentaba robarle a su hija, mientras esperaban cruzar en la Glorieta de San Pedro, por lo que procedió a darle un escarmiento. La intervención de los elementos policiacos lo salvó de que terminara crucificado.

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El hecho se suscitó en la Avenida Gobernadores, en la conocida Glorieta de San Pedro, cuando una estudiante del CBTIS número 9 esperaba que pasaran los automóviles para cruzar la calle. En ese momento, un sujeto se le acercó.
Sin tomarle importancia al individuo, por los rayos del sol, y con el deseo de continuar su camino, no se percató de que esta persona buscaba robarle, por lo que, aprovechando la distracción, comenzó a sustraerle de su bolsa escolar su celular.
Lo que no previó el sujeto fue que la joven iba acompañada de su padre, quien, al notar el acto ilícito, lo agarró de la camisa y lo empujó, recriminándole su conducta hacia su hija.

Enojado por la acción del ladrón y la afectación que podría causar a su descendiente, el padre comenzó a propinarle golpes, los cuales se estrellaban en el rostro y en varias partes del cuerpo del carterista.
El sujeto ya no sentía lo recio de las trompadas, sino cómo cada golpe iba minando su condición. También las patadas iban y venían ante el coraje del padre al descubrir el intento de robo.
Testigos del hecho informaron que el carterista es un conocido ladrón de la zona, que suele rondar los pasillos del mercado principal "Pedro Sainz de Baranda" y sus alrededores en busca de víctimas.
Por lo que aplaudieron su detención y el merecido castigo que recibió por parte del padre de familia, sobre todo por el susto que sufrió la adolescente ante el intento de ilícito.
Al sitio llegó la patrulla 0717 de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana, así como una camioneta de la corporación policíaca, cuyos agentes aseguraron al ladrón y lo trasladaron a los separos policíacos.