
En el epicentro de la tormenta mediática desatada entre David Faitelson y José Ramón Fernández, el empresario Ricardo Salinas Pliego, propietario de TV Azteca y figura clave en esta controversia, ha optado por una respuesta calculadamente ambigua que ha intensificado las especulaciones sin confirmar explícitamente las graves acusaciones realizadas.

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Faitelson revela supuesta adicción de José Ramón Fernández tras haberlo llamado "sicario"
La intervención del magnate mexicano llega en un momento crítico, después de que Faitelson acusara públicamente a Fernández de haber tenido problemas de adicción a la cocaína durante su etapa final en TV Azteca, supuestamente motivo de su salida de la televisora. Según estas declaraciones, habría sido el propio Salinas Pliego quien tomó la decisión de destituirlo de su cargo y enviarlo a rehabilitación.
La diplomacia calculada
Ante la avalancha de interrogantes de sus seguidores en redes sociales, quienes buscaban una confirmación o desmentido sobre las controvertidas afirmaciones, Salinas Pliego eligió un camino intermedio: ni confirmar abiertamente la veracidad de lo dicho por Faitelson, ni desmentirlo categóricamente.
"Digamos que prefiero no decir yo nada al respecto, que sea Dios quien lo juzgue, yo esa historia ya la cerré, y no acabó de bonita manera entre JRF y yo", escribió el empresario en su cuenta oficial de X (antes Twitter), acompañando su mensaje con un video donde se le ve disfrutando de unas vacaciones.
La respuesta, aparentemente evasiva, contiene sin embargo un elemento revelador: la confirmación de que su relación profesional con José Ramón Fernández no concluyó en buenos términos, lo que añade credibilidad indirecta a la versión de Faitelson sin comprometer legalmente al empresario.
El contexto de una relación empresarial
Para comprender el peso de estas declaraciones, es importante contextualizarlas dentro de la larga relación profesional entre Salinas Pliego y Fernández. El periodista deportivo se unió a las filas de Imevisión en 1973, cadena que tras su privatización se transformaría en TV Azteca veinte años después, bajo la propiedad del Grupo Salinas.
Durante gran parte de su estancia de más de tres décadas en la televisora (1973-2007), Fernández ocupó el cargo de director general del área de deportes, convirtiéndose en una figura emblemática de la cadena y en un referente del periodismo deportivo mexicano. Su salida de la empresa en 2007 constituyó un momento clave en la historia de la televisión deportiva nacional.
La referencia de Salinas Pliego a un final "no bonito" de esta relación laboral sugiere que, efectivamente, existieron tensiones significativas que derivaron en la separación, aunque el empresario estratégicamente evita confirmar si estas estuvieron relacionadas con las supuestas adicciones mencionadas por Faitelson.