
Donald Trump ha decidido dar marcha atrás sobre los aranceles impuestos a compañías automotrices. Las exenciones se aplicarían a autopartes afectadas por aranceles al acero, aluminio y productos chinos. Aunque, el arancel del 25% a coches importados se mantendrá.

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El líder republicano durante semanas ha recibido bastante presión por las compañías automotrices, las cuales han señalado el potencial daño a la industria. Se le advirtió a Trump de aplicar las medidas y los posibles efectos, como grandes pérdidas de empleos y un mayor impacto económico.
El presidente de Stellantis, John Elkann, señaló que los aranceles no sólo pueden afectar a la industria automotriz de Estados Unidos, sino también a la de Europa.
Trump demuestra que al aceptar las clemencias de las compañías posee un cierto conocimiento sobre las consecuencias que sus acciones tienen. A pesar de esto, se espera que el presidente estadounidense presente aún más aranceles en el futuro.