Durante su intervención ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), México denunció que Israel utiliza el hambre como método de guerra en Gaza y Cisjordania ocupada.
El país también defendió el rol de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) como un actor “único e insustituible” en la provisión de servicios esenciales a la población civil.
En el cuarto día de audiencias, Patricia Pérez Galeana, responsable de Asuntos Jurídicos Multilaterales de la embajada mexicana, alertó sobre el deterioro de la situación humanitaria y expresó que la gravedad del contexto “aumenta cada día”.
Subrayó que obstaculizar el trabajo de la UNRWA contraviene las obligaciones legales de Israel.
Pablo Arrocha, asesor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, advirtió que las restricciones de acceso a alimentos, medicinas y combustible, así como la destrucción de infraestructura esencial, constituyen represalias y castigo colectivo, prohibidos por el derecho internacional humanitario.
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“La ayuda humanitaria no es un principio abstracto. Su ausencia pone en riesgo la vida de millones de personas”, declaró Arrocha.
También enfatizó que Israel debe respetar derechos básicos como el acceso al agua, salud, educación y protección de niños y mujeres sin discriminación.
México solicitó a la CIJ que clarifique el alcance de las obligaciones legales de Israel para con la población palestina. En su intervención, reiteró que la catástrofe humanitaria es consecuencia de decisiones políticas y que debe revertirse con la suspensión inmediata de operaciones militares.
Finalmente, Arrocha llamó a la comunidad internacional a no normalizar la deshumanización de un pueblo: “Este es un momento decisivo. Ningún conflicto justifica la pérdida de la dignidad humana”.
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