A sus 70 años, el filántropo y cofundador de Microsoft, Bill Gates, ha decidido dar cierre a un ciclo. En una carta pública, anunció que la Fundación Bill & Melinda Gates cerrará en 2045, el mismo año en que cumpliría 90 años, tras donar 200 mil millones de dólares adicionales a los más necesitados del planeta.
“Quiero que lo último que digan de mí no sea ‘murió rico’”, expresó Gates al citar al magnate Andrew Carnegie. En 25 años de labor filantrópica, su fundación ya ha donado más de 100 mil millones de dólares a causas como salud global, educación y desarrollo sostenible.
Entre sus objetivos para los próximos 20 años están erradicar la polio, avanzar contra el VIH y reducir la mortalidad infantil a la mitad.
Gates argumenta que acelerar el gasto es más útil que sostener una fundación “perpetua”. La inversión se centrará en intervenciones con evidencia comprobada, con ayuda de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial.
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Sin embargo, advierte que los recortes en ayuda exterior de gobiernos como Estados Unidos podrían frenar el impacto de estos esfuerzos.
La fundación seguirá enfocada en salud, nutrición, educación y acceso a vacunas. “El mundo está en riesgo si abandonamos la cooperación internacional”, sostuvo Gates, al tiempo que defendió el papel de los gobiernos en garantizar servicios básicos.
A pesar de las críticas y teorías conspirativas que ha enfrentado, Gates se mantiene firme: su compromiso es salvar vidas, no acumular riqueza.
La Fundación Gates cerrará sus puertas dentro de 20 años, pero su impacto podría perdurar por generaciones.
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