La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo elevó el tono contra el proyecto fiscal de Washington que plantea gravar con 3.5 % las remesas enviadas por migrantes.
Durante la conferencia matutina de este lunes, la mandataria confirmó que su gobierno “dialoga con senadores de ambos partidos” y, de confirmarse la medida, “organizará movilizaciones pacíficas” para evidenciar el impacto social del cobro.
El aviso llega después de que la Cámara de Representantes aprobara el paquete “Big, Beautiful Bill”, impulsado por el presidente Donald Trump, que redujo de 5 a 3.5 por ciento la tasa originalmente propuesta y lo envió al Senado para su votación antes del 4 de julio.
Sheinbaum calificó el impuesto de “absolutamente injusto”, al tiempo que recordó que los mexicanos en Estados Unidos ya pagan impuestos federales y estatales; aplicarles otro cargo violaría el Tratado para Evitar la Doble Tributación de 1994 — argumento que la Cancillería hará valer en la negociación legislativa.
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Estados Unidos aprueba plan fiscal de Trump con impuesto a remesas y recortes a programas sociales
La relevancia económica es contundente: México captó 64 mil 745 millones de dólares de remesas en 2024, cifra récord que equivale a cerca de 4 por ciento del PIB y constituye la principal fuente de divisas del país.
El Centro de Estudios Estratégicos Internacionales advierte que un gravamen de esta magnitud podría restar más de tres mil millones de dólares anuales a las comunidades rurales dependientes del flujo, y fomentar el uso de canales informales para el envío de dinero, con riesgos de lavado y extorsión.
Estrategia de contención
- Cabildeo binacional. Legisladores de Morena y la embajada mexicana sostendrán rondas de reuniones con senadores clave de comités de Finanzas y Relaciones Exteriores para exponer que el impuesto también dañaría comercios de Estados Unidos, donde los migrantes destinan 82 por ciento de sus ingresos, según la propia Casa Blanca.
- Acción diplomática. La Secretaría de Economía explora un eventual recurso en el T-MEC y en la Organización Mundial del Comercio si el gravamen se interpreta como medida discriminatoria.
- Movilización social. De aprobarse el proyecto, el Ejecutivo impulsará protestas “con orden y sin bloqueos” frente a consulados y distritos electorales de los senadores que respalden la iniciativa.
Reacciones inmediatas
- Banca y fintechs alertan que el impuesto elevaría comisiones hasta 9 % por envío y desplazaría transacciones a efectivo.
- Gobernadores de estados expulsores, como Guanajuato y Michoacán, pidieron un fondo de contingencia para cubrir eventuales caídas de ingreso familiar.
- Organizaciones migrantes en California y Texas convocaron a un “día sin envíos” para medir el costo que representaría la retención de remesas en la economía estadounidense.
Sheinbaum cerró su intervención subrayando que México “no se quedará de brazos cruzados”: de prosperar el impuesto, hará valer la diplomacia, la ley y, de ser necesario, la protesta ciudadana para proteger el sustento de millones de familias a ambos lados de la frontera.
IO
