
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo reconoció como un logro parcial la reducción del impuesto a las remesas aprobado en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, al pasar del 5 al 3.5 por ciento, pero reiteró que su gobierno mantendrá los esfuerzos diplomáticos para eliminar por completo el gravamen, el cual calificó de injusto y discriminatorio.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria mexicana destacó la labor del embajador Esteban Moctezuma Barragán en Washington, así como las gestiones diplomáticas realizadas en las últimas semanas para frenar una medida que impacta directamente a los migrantes mexicanos y sus familias en México.
“Vamos a seguir insistiendo, informando y actuando. Nuestro objetivo es claro: que no haya ningún impuesto a las remesas que nuestros paisanos envían desde Estados Unidos”, señaló Sheinbaum.
El gravamen forma parte del paquete fiscal promovido por el expresidente Donald Trump, que contempla recortes y nuevas tasas en diversas áreas.
La propuesta fue aprobada por la Cámara de Representantes con una ajustada mayoría y ahora será discutida en el Senado estadounidense.
Sheinbaum enfatizó que más allá del avance logrado, este impuesto representa una carga injusta para las comunidades migrantes, que históricamente han sido un sostén económico fundamental para millones de familias mexicanas. “Es una medida discriminatoria que no podemos permitir”, remarcó.
Las remesas superaron los 63 mil millones de dólares en 2024, convirtiéndose en una de las principales fuentes de ingresos para el país.
El gobierno mexicano mantiene una vigilancia constante sobre este tema clave en la relación bilateral con Estados Unidos.