
La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) decidió suspender, por ahora, el paro que amenazaba con detener las operaciones de Aeroméxico a partir de este 1 de junio.
En audiencia celebrada la noche del sábado ante el Tribunal Laboral Federal de Asuntos Colectivos y el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, el gremio solicitó —y obtuvo— una prórroga de diez días para continuar la mesa salarial con la aerolínea.
Durante ese lapso, los vuelos se mantendrán “conforme a lo programado y sin afectación para los clientes”, aseguró la compañía en un comunicado.
El diferimiento se produce tras semanas de tensión. El emplazamiento a huelga—fijado para el primer minuto de hoy—respondía al rechazo inicial de los trabajadores a la propuesta empresarial; sin embargo, Aeroméxico formalizó una oferta de aumento general de 4.5 por ciento que la dirigencia sindical llevó a consulta interna.

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La ASSA busca resarcir la pérdida de poder adquisitivo acumulada entre 2020 y 2024 (estimada en 12.12 por ciento), así como mejoras en prestaciones y jornadas de descanso.
De acuerdo con cifras del propio sindicato, el paro habría implicado la suspensión de más de 500 vuelos diarios y afectado a unos 60 mil pasajeros, justo en el arranque de la temporada vacacional de verano.
En 2024, Aeroméxico ya enfrentó un conflicto similar con su planta de pilotos; aquel diferendo se resolvió a horas de estallar la huelga. La recurrencia de estos choques laborales refleja el impacto de la inflación —29.89 por ciento acumulada en el mismo periodo— sobre los salarios del sector aéreo.
El nuevo plazo vence a las 24:00 horas del 11 de junio. Si para entonces las asambleas de sobrecargos aprueban la propuesta, el contrato colectivo quedará renovado hasta 2026; de lo contrario, el sindicato podrá reactivar el estallamiento sin necesidad de un nuevo expediente.
Voceros de la Secretaría del Trabajo confirmaron que fungirán como observadores en las reuniones y, de ser necesario, propondrán esquemas de productividad para acercar posturas.
Mientras tanto, las agencias de viaje y plataformas de reservaciones mantienen sus itinerarios intactos, aunque recomiendan a los pasajeros verificar el estatus de sus vuelos con 24 horas de anticipación.
Analistas del sector advierten que un eventual paro costaría a la empresa hasta 7 millones de dólares diarios en ingresos y podría tensionar la recuperación financiera que la línea de bandera inició tras su reestructura de 2023.
Para los clientes, la noticia de la prórroga significa, de momento, cero cancelaciones y la expectativa de que el diálogo salarial despegue antes del próximo «deadline». El reloj sindical, sin embargo, ya inició su segunda cuenta regresiva.
IO