
Los constantes robos a casas han obligado a los ciudadanos a invertir miles de pesos en la instalación de rejas, con costos que oscilan entre los 8 mil y los 15 mil. Muchos consideran que la ciudad es peligrosa y que los hurtos en viviendas son cada vez más comunes.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo, de enero a abril de este año se han reportado 391 atracos a casa-habitación, una disminución de 11 en comparación con el año anterior.
Para muchos habitantes de la ciudad, este tipo de gasto no debería ser necesario; sin embargo, ante la falta de garantías en materia de seguridad, la instalación de rejas se ha convertido en una medida casi obligatoria. Algunos vecinos consideraron que, aunque los casos han bajado ligeramente en número, la sensación de inseguridad se mantiene o incluso ha aumentado.
Durante enero se contabilizaron 82 hurtos a casa-habitación en Quintana Roo, de los que seis se realizaron con violencia. En febrero la cifra aumentó a 107, con cinco casos agresivos. Marzo cerró con 105 robos, incluyendo seis violentos, mientras que abril registró 97 incidentes, pero fue el mes con más atracos feroces: 11 en total.

Estas cifras han sido un factor clave para que familias enteras decidan reforzar la seguridad en sus hogares. Algunas personas han optado por contratar herreros y adquirir materiales para colocar rejas en puertas, ventanas y azoteas, lo que implica una inversión significativa en hogares donde a veces los ingresos no alcanzan para cubrir lo básico.
En colonias como Tierra Maya, habitantes han instalado nuevas protecciones tras una serie de atracos en la zona. En varios casos, los trabajos han superado los 8 mil pesos. Hay quienes han tenido que recurrir a préstamos para poder costearlo, como es el caso de Mirna Martínez, quien debido al incremento de delitos en la zona, recurrió a pedir un crédito.

Mientras otros han optado por soluciones parciales, como colocar sólo enrejados en las áreas más vulnerables de sus casas e inclusive locales.
En otras zonas como la Leona Vicario, algunos residentes decidieron instalar rejas más altas y reforzadas, luego de que sus viviendas fueran blanco de robos en más de una ocasión. En esos casos, los costos han sido aún mayores, llegando hasta los 15 mil pesos, entre materiales y mano de obra, según Luis Ojeda, residente.
Aunque las autoridades reportan una disminución en los hurtos a los inmuebles, en comparación con el año pasado, el temor sigue presente. Para muchos ciudadanos, la única forma de proteger su patrimonio ha sido tomar medidas por cuenta propia, aún si eso representa un gasto que no tenían previsto ni deseaban hacer.