Luego de que POR ESTO! dio a conocer el caso de María Candelaria Chuc Pool, una ancianita de 82 años de edad abandonada a su suerte, la respuesta de la población no se hizo esperar, y los buenos samaritanos acudieron al hogar de la señora para constatar su situación, determinar cómo la pueden ayudar y además le llevaron despensas con víveres de primera necesidad.
Pidieron que más personas repliquen su ejemplo y sumen esfuerzos para que esta abuelita no continúe viviendo en la pobreza, con el riesgo de sufrir un accidente.
Doña María Candelaria vive en un predio de la calle 51 entre 30 y 32, al lado de un templo religioso, en condiciones de pobreza extrema e insalubre. Incluso, se moviliza apoyada con una silla de plástico muy antigua y rota, que en cualquier momento se podría quebrar.
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Desde el exterior se observa a simple vista se ve el descuido, el abandono y el peligro que corre todos los días, y este caso fue publicado a través de estas páginas.
Al enterarse de este caso, varios ciudadanos acudieron a llevarle a la abuelita las cosas que más necesita, como José Kantún Martín, quien le llevó comida preparada, y también el conocido Superman tizimileño la visitó y le obsequió una despensa muy surtida para que le ayude unos días, la cual incluyó las galletas favoritas de la señora, así como su chocolate, leche, pan blanco y otros varios productos.
Más personas se sumaron a esta visita, incluso personal del DIF municipal, pero aun así falta más para poder dar a esta mujer una vida digna, pues sus carencias son muchas, no sólo en cuanto a su consumo de alimento, sino también en su vivienda que es extremadamente humilde.
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Externaron la importancia de que más gente ayude a que la abuelita ya no esté sola, sino cuidada y cobijada por la misma sociedad, y señalaron que este es el preciso momento para crear conciencia sobre la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo, especialmente en momentos de vulnerabilidad.
Pidieron que la población demuestre la empatía por el sufrimiento ajeno, así como el deseo de brindar un momento de alegría y alivio a esta ancianita que está pasando por momentos difíciles y de muchas carencias, destacando que estas acciones no sólo deben ofrecer alimento físico, sino también un abrazo solidario, un gesto de ánimo y esperanza, ya que estas iniciativas fortalecen los lazos comunitarios y muestran que hay personas dispuestas a ayudar.