Durante 2025, Yucatán registró una baja en el flujo de remesas provenientes de Estados Unidos, al acumularse mil 500 millones de pesos menos que en 2024, de acuerdo con cifras del Banco de México. La caída encendió alertas entre organizaciones migrantes, que atribuyen el fenómeno al endurecimiento del contexto migratorio en la Unión Americana.
Los registros oficiales indican que en 2024 ingresaron a la entidad alrededor de 8 mil 500 millones de pesos por concepto de remesas, mientras que al cierre de 2025 la cifra descendió a 7 mil millones de pesos, lo que representa una contracción significativa para miles de hogares que dependen de esos recursos.
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Miguel Martínez Contreras, presidente de la asociación Poder Migrante Yucatán, señaló que las políticas migratorias implementadas en Estados Unidos ya están teniendo efectos directos en la economía de las familias yucatecas. Explicó que el ambiente de incertidumbre ha llevado a muchos migrantes a disminuir o incluso suspender de manera temporal el envío de dinero, ante el temor a detenciones, deportaciones o la pérdida de sus empleos.
Impacto en municipios
El dirigente subrayó que el endurecimiento de las medidas migratorias ha impactado la estabilidad laboral de miles de trabajadores mexicanos en Estados Unidos, incluidos los originarios de Yucatán, lo que se refleja de manera inmediata en la reducción de remesas.
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De acuerdo con Poder Migrante Yucatán, los municipios con mayor presencia de migrantes en la Unión Americana son Mérida, Tekax, Oxkutzcab, Ticul, Peto y Cenotillo, localidades donde una parte importante de la economía familiar depende del dinero enviado desde el extranjero.
Finalmente, advirtió que el escenario podría complicarse aún más si continúan las deportaciones y las restricciones al empleo, ya que esto podría provocar el retorno forzado de migrantes a Yucatán, sin contar con condiciones ni planes claros para su reintegración económica.