Ante la crisis que atraviesan las principales especies comerciales del litoral yucateco, el sector pesquero de Yucatán hizo un llamado a profundizar el análisis técnico y científico que permita diversificar la actividad, abrir nuevas pesquerías de temporada y reducir la alta dependencia económica del pulpo y el mero.
La dirigente de la Unión de Cooperativas Pesqueras de Yucatán, Ana María Frías Salazar, advirtió que la sobreexplotación registrada durante la última década ha provocado una disminución evidente en los niveles de captura de ambas especies, lo que ha puesto en riesgo la estabilidad económica de cientos de familias que dependen directamente de esta actividad.
Si bien reconoció que 2025 fue un año positivo para la captura del pulpo, subrayó que este resultado no debe interpretarse como una solución definitiva. Por el contrario, insistió en la necesidad de fortalecer las acciones de conservación y, de manera paralela, impulsar la diversificación productiva mediante esquemas de pesca de fomento que permitan evaluar nuevas alternativas.
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Entre las especies con potencial para su aprovechamiento sustentable en Yucatán, mencionó al pez león, la medusa y la raya o balá.
De acuerdo con la líder cooperativista, estas especies presentan una fuerte presencia en la región y podrían alcanzar un valor atractivo en mercados nacionales e incluso internacionales, siempre que se cuente con estudios que respalden su explotación ordenada.
En el caso del pez león, especie invasora cuyos avistamientos han aumentado en distintos puertos del estado, señaló que resulta prioritario realizar investigaciones para conocer el volumen de su biomasa.
Abundó que estos estudios permitirían no sólo evaluar su posible aprovechamiento comercial, sino también dimensionar el impacto ambiental que podría estar generando al competir por recursos con especies de alto valor para el sector pesquero local.
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Respecto a la raya o balá, explicó que actualmente se captura a lo largo de toda la costa yucateca sin una regulación específica ni datos claros sobre su biomasa.
“Esta falta de información limita su comercialización a mercados locales y reduce su impacto económico”, expresó.
Ana María Frías destacó que las cooperativas han sido unas de las principales impulsoras de este tipo de estudios a través de la pesca de fomento, con el objetivo de generar nuevas oportunidades para el sector.
Subrayó que los daños causados a las especies tradicionales deben ser atendidos con responsabilidad y visión de largo plazo, a fin de garantizar la sostenibilidad de la actividad pesquera en Yucatán.
