En un ambiente de entusiasmo, pero también de profunda reflexión, arrancó anteayer en el Conalep Mérida 1 el programa Ciencia para la vida, una iniciativa impulsada por el Gobierno del Estado como parte de la estrategia Aliados por la vida, que busca crear entornos seguros, informados y saludables para las juventudes yucatecas.
Durante la jornada inaugural, la presidenta honoraria del DIF Yucatán, Wendy Méndez Naal, dirigió un mensaje directo y emotivo a los estudiantes presentes, advirtiendo sobre los riesgos de las adicciones y la influencia de los “falsos amigos”.
“No permitan que alguien les arruine el futuro. Hay decisiones que parecen un juego o un reto, pero muchas veces no tienen retorno. Los verdaderos amigos no te ofrecen drogas”, advirtió.
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Méndez Naal compartió además un testimonio personal sobre cómo su hijo ha superado retos emocionales canalizando sus sentimientos a través del deporte, ejemplo que utilizó para destacar la importancia de generar espacios donde las juventudes se desarrollen física, emocional y mentalmente.
En la misma línea, la secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti), Geovanna Campos Vázquez, explicó cómo los hábitos cotidianos, como la mala alimentación, el consumo excesivo de azúcar, el sedentarismo y la falta de sueño, pueden detonar afecciones como ansiedad, depresión y otros trastornos de salud mental.
“Estamos frente a una crisis de salud mental que algunos expertos ya llaman la nueva pandemia. No venimos a imponer reglas ni a dar sermones, venimos a compartir conocimiento para que ustedes tengan herramientas para cuidarse”, declaró Campos. Añadió que el 80 a 85 por ciento de los jóvenes entre 15 y 18 años en Yucatán no están durmiendo el tiempo ni en el horario adecuado, lo que afecta directamente su estado de ánimo, memoria y salud general.
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La funcionaria también llamó la atención sobre el consumo excesivo de bebidas azucaradas, señalando que en promedio los yucatecos consumen 163 botellas de 600 mililitros al año, lo que equivale a más de una al día. “Ese nivel de azúcar no sólo daña el cuerpo, también inflama el cerebro, afecta la memoria, aumenta el cortisol y puede desencadenar ansiedad, insomnio y enfermedades crónicas”, explicó.
Durante esta primera jornada, los estudiantes del Conalep participaron en talleres como “Reconociendo mis emociones”, “El árbol de mi proyecto de vida”, y el “Circuito de las artes”, además de cursos en línea como “Principios del acompañamiento educativo”. Estas actividades buscan fomentar el autoconocimiento, fortalecer habilidades socioemocionales y sensibilizar sobre los factores que afectan su bienestar integral.
