
Mientras cientos de familias buscan establecerse en una de las ciudades más seguras del país, la industria de la vivienda en Yucatán atraviesa una etapa de auge.
Al corte del 31 de marzo de 2025, se han vendido alrededor de mil 750 inmuebles monitoreados por la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi), con una derrama económica que supera los 2,208 millones de pesos.
“Estamos en un momento alentador”, aseguró Mauricio Morales Greene, presidente de la Canadevi Yucatán. En entrevista con POR ESTO!, destacó que el estado conserva precios competitivos frente al resto del país, con un valor promedio de 15 mil 520 pesos por metro cuadrado (m²)en la vivienda media, frente al promedio nacional de 17 mil 997. Esto sitúa a Yucatán en la posición 25 de 32 entidades.
Entre julio de 2024 y enero de 2025, el precio de la vivienda en la entidad aumentó 5.7%, alcanzando los 27 mil 502 pesos por m². “Este comportamiento responde a ajustes naturales del mercado”, explicó Morales Greene.

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Modelo horizontal
La construcción actual se enfoca en desarrollos horizontales, particularmente en los segmentos media-residencial y residencial plus, debido a la creciente demanda. No obstante, se trabaja con instituciones públicas para ampliar la oferta y facilitar el acceso a vivienda digna a diversos sectores de la población.
Mérida continúa liderando el desarrollo habitacional, con fuerte dinamismo en las zonas norte y sur, Ciudad Caucel y el poniente, donde se experimenta una reconfiguración urbana. Además, municipios como Kanasín, Umán, Progreso, Valladolid, Tizimín y Hunucmá presentan un crecimiento sostenido por su disponibilidad de tierra, conectividad y necesidad de soluciones habitacionales.
También comienza a notarse un interés incipiente en Tekax, Motul y Espita, recientemente nombrados Pueblos Mágicos. Aunque aún no registran un ritmo acelerado de urbanización, muestran potencial a mediano plazo. En paralelo, Ucú emerge como una zona estratégica impulsada por desarrolladores privados.
Grandes desafíos
Sin embargo, este crecimiento viene acompañado de desafíos. Carlos Estrella Escalante, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Yucatán, advierte que la infraestructura no ha sido modernizada al ritmo del desarrollo. “La ciudad debe seguir creciendo, pero con visión. Una urbe estancada pierde vitalidad, y hacerlo sin planificación tiene consecuencias”, apuntó.
Uno de los principales obstáculos es la saturación vial. Las arterias urbanas no fueron diseñadas para el actual volumen de tráfico. Las largas filas de vehículos para ingresar o salir de la ciudad en horas pico son consecuencia de esa falta de previsión. Otro problema serio es la red de agua potable, que en buena medida funciona con sistemas instalados hace más de cuarenta años.

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Estos no han sido objeto de mantenimiento adecuado ni de inversiones proporcionales al crecimiento demográfico. “Se requieren recursos extraordinarios para evitar afectaciones en salud y bienestar”, enfatizó.
A esto se suma el encarecimiento del proceso constructivo. Mérida ha dejado de ser una ciudad de edificación económica para convertirse en una de las más costosas, no sólo por el alza en materiales, sino también por la falta de personal capacitado: desde obreros hasta técnicos especializados, e incluso empleados del sector terciario.
Estrella Escalante considera que los programas de apoyo federal han impactado la disponibilidad laboral en varios rubros.
Menos espacios
Frente a estas condiciones, los desarrolladores han optado por esquemas de condominio para ofrecer viviendas más compactas, dado que la normativa exige lotes unifamiliares de al menos 160 m² y ocho metros de frente.
Esta medida responde más a las condiciones del mercado que a cuestiones legales, pero también implica mayores exigencias para los servicios municipales, como recolección de residuos, drenaje, alumbrado y seguridad.
El reto ahora es que el crecimiento inmobiliario vaya de la mano con una infraestructura moderna y políticas públicas que prioricen la sostenibilidad urbana. La expansión es evidente; la planeación, aún insuficiente.