
Se prevé que los días más calurosos del año (la temida canícula) den inicio a principios del mes de julio y se extiendan hasta la segunda semana de agosto, aproximadamente. Por ello, tanto locales como visitantes nacionales y extranjeros, comienzan a alistarse para disfrutar del periodo vacacional en Yucatán.
Por supuesto, al ser la capital del estado, Mérida, se alza como la joya de la corona, ya que aunque no cuenta con playas, sí concentra una amplia oferta hotelera, cultural, gastronómica y turística, que puede complementar perfectamente a otros destinos de la zona, a los que las personas acuden para disfrutar.
Situada al sur de la ciudad, la hacienda Dzoyaxché, ubicada en la subcomisaría que lleva el mismo nombre, representa un destino no convencional para los viajeros que desean vivir nuevas experiencias. En este sitio, al que se puede acceder pagando una cuota de tan solo dos pesos, existe un estanque que a diario se llena con agua de cenote en donde se puede nadar.
¿Qué otros atractivos existen en la hacienda?
Además del estanque con aguas cristalinas, el recinto cuenta con una zona para acampar, espacios para comer en compañía de familiares, pareja o amigos, baños, extensas áreas verdes para entrar en contacto con la naturaleza y un espectacular cenote, en el que desafortunadamente no se puede nadar, pero sí se permite visitar.