En completo hermetismo se realizó ayer el traslado de un corazón de la Ciudad de México a Mérida, a bordo del vuelo 1100 de VivaAerobus, que aterrizó a las 8:30 horas.
De acuerdo con datos recabados, el órgano llegó en una hielera de 60 cm de largo por 44 cm de ancho y 45 cm de altura, así como instrumental médico. De inmediato se le subió a una ambulancia que lo traslado a una clínica cuyo nombre no fue revelado.
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Cabe mencionar que el traslado de órganos siempre se realiza a través de un mensajero certificado; el tiempo de viabilidad es limitado fuera del cuerpo, por lo que el traslado se organiza con la mayor rapidez posible; a veces permite el uso de transporte comercial, lo que ayuda a controlar los costos y hacer que el trasplante sea accesible para los pacientes que lo necesiten.
Aunque un sólo órgano potencialmente salvador no utilizado es demasiado, un número muy pequeño de riñones (aproximadamente el 0.14% en los últimos cinco años, a nivel nacional) se ha visto comprometido por problemas de transporte.
Sin embargo, en la gran mayoría de los casos se realiza el monitoreo remoto del órgano para garantizar el traslado y uso adecuado.
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En Yucatán, el Centro Estatal de Trasplantes de Yucatán (Ceetry) es la entidad encargada de fomentar la cultura de donación y regular los trasplantes en el estado
A principios de este mes, Judith Ortega Canto, titular de la Secretaría de Salud estatal, dijo que Yucatán está ubicada entre las cinco entidades del país con mayor cultura de la donación y acceso equitativo a los trasplantes.
