Un gesto altruista terminó en un momento de tensión, cuando un ciudadano que recién donó sangre sufrió un desmayo en el Centro de Mérida, lo que movilizó a los servicios de emergencia.
El hecho ocurrió en la intersección de las calles 61 y 64, donde testigos señalaron que un hombre, identificado como Jesús, se retiraba de un centro de donación cuando comenzó a sentirse débil y mareado, hasta perder el equilibrio y desplomarse sobre la banqueta.
Una mujer que presenció la escena reaccionó de inmediato y llamó al número de emergencias 9-1-1 para solicitar auxilio para el ciudadano.
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Paramédicos de la Policía Municipal de Mérida acudieron al sitio y le proporcionaron los primeros auxilios. Tras revisarlo, determinaron que el desmayo se debió a una baja en la presión arterial, un efecto secundario común después de donar sangre.
El afectado relató que comenzó a sentirse mal minutos después de la donación y que el malestar aumentó hasta impedirle mantenerse de pie. Una vez estabilizado, los socorristas le recomendaron reposar en su hogar, hidratarse y consumir alimentos ricos en hierro y azúcares para recuperar energía.
Aunque el incidente no pasó de un susto, sirvió como recordatorio de la importancia de seguir las indicaciones médicas posteriores a una donación de sangre. Entre la preocupación, algunos testigos incluso recurrieron al humor, comentando que lo que Jesús necesitaba era “un poco de sangre de regreso”.
