Después de una protesta que incluyó el bloqueo y la toma de la escuela primaria Nicolás Bravo de la ciudad de Motul, padres de familia consiguieron que la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (Segey) autorizara la remoción y reubicación inmediata del intendente Antonio T.M.
La medida de presión, que se prolongó por casi dos días, culminó ayer con la confirmación oficial de que un nuevo intendente asumirá las funciones en el plantel. La inconformidad comenzó a escalar desde la noche del lunes, cuando los padres decidieron bloquear el acceso a la escuela.
Las denuncias se centraban en graves incumplimientos laborales del trabajador, señalando constantes deficiencias en la limpieza, ausencias injustificadas y negligencia en el cuidado de las instalaciones.
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Un punto clave en la movilización fue la referencia a un conato de incendio previo, que los padres atribuyeron indirectamente a la falta de mantenimiento y supervisión por parte del intendente, lo que aumentó la preocupación por la seguridad de los alumnos.
El director del plantel, Miguel Tep Campo, confirmó que las actividades académicas se normalizaron ayer, tras recibir la garantía de la Segey sobre la llegada del nuevo personal de intendencia.
Durante los días de protesta, lunes, martes y parte del miércoles, los alumnos recibieron clases en la entrada del plantel, mientras que el personal docente cumplió su jornada en las oficinas del Centro de Desarrollo Educativo (CEDE) de Motul.
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Los padres de familia celebraron el resultado de su gestión y destacaron la eficiencia del trabajador temporal que anteriormente había cubierto la plaza.
Aunque la Segey actuó con rapidez para resolver la situación, en redes sociales circularon comentarios de integrantes de la comunidad escolar para comentar que Antonio T.M. había enfrentado conflictos similares en otra escuela, donde también habría sido separado de su cargo por presuntas faltas y negligencia.
