
La torre y el majestuoso reloj ubicado en el centro de la ciudad cumplieron este lunes 114 años de antigüedad, cuando el péndulo de origen alemán empezó a marcar el tiempo el cinco de mayo de 1911, y con más de un siglo ha sido parte de la historia de la “Ciudad de los Cinco Pozos”.
El reloj está ubicado a un costado de la iglesia a San Antonio de Padua, fue colocado un año después del inicio de la Revolución Mexicana. Caracterizado por sus números romanos, le ha dado vida y esplendor al lugar desde que fue donado por el entonces presidente municipal Pedro Advíncula Lara.

El reloj fue instalado en una sólida torre de mampostería con más de 10 metros de altura. Se construyó en Berlín, Alemania, durante los primeros cinco años del siglo pasado; cuando se le da el mantenimiento es una verdadera joya de precisión cronométrica.
Los albañiles contratados para construir la torre del reloj fueron Manuel Lugo, oriundo de San Juan Bautista Sahcabchén, y Juan Pedraza, de Campeche, ambos ya fallecidos.
JGH