
Como resultado del esfuerzo comunitario liderado por el proyecto “Caleta Viva Late”, el Monumento a la Iguana, una pieza de arte en mosaico, se ha incorporado al paisaje urbano del Malecón de la Caleta. Este monumento no solo embellece el área, sino que también representa un llamado a la conciencia ambiental en favor de esta especie, considerada como amenazada según la NOM-SEMARNAT-2010.
Un esfuerzo comunitario transformador
Apoyado por el programa Capital Semilla de Grupo México, el proyecto, encabezado por Yvonne Basáñez, reunió a más de 250 participantes a lo largo de cinco talleres comunitarios y culminó con la colaboración directa de 50 personas para crear la escultura. Según Basáñez, el monumento simboliza la convivencia armoniosa entre el entorno urbano y la fauna local, recordando siempre la importancia del ecosistema.
Ubicada en un punto estratégico que conecta el arroyo de La Caleta con las áreas urbanas de las colonias Obrera y San Carlos, la escultura no solo busca ser un atractivo turístico, sino también un sitio de esparcimiento que resalte el valor ecológico de la región.
La iguana: Especie amenazada
En México habitan al menos 19 especies de iguanas, de las cuales 15 son endémicas, y 11 están amenazadas, como la iguana verde y la espinosa del Golfo. La boba de Santa Catalina, por su parte, se encuentra en riesgo crítico de desaparición. Entre las mayores amenazas para esta especie en la región destacan la comercialización ilegal, su uso como mascotas y la pérdida de hábitat debido a la tala y cambios de uso de suelo.

Muy cerca del monumento se encuentra el Santuario de las Iguanas, un espacio creado por un vecino conocido como “Patay”, quien ha dedicado esfuerzos para cuidar de los reptiles, vigilando que no sean atropellados ni capturados, además de alimentarlos.
JGH